Con la compra masiva de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE) prácticamente descontada y teniendo en cuenta que la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) considera que la mayor parte de sus "notas" para la Eurozona se mantendrán "sin cambios el próximo año", ¿cuánto dinero pedirán prestado los Estados del Viejo […]
Dirigentes Digital
| 24 dic 2014
Con la compra masiva de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE) prácticamente descontada y teniendo en cuenta que la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) considera que la mayor parte de sus "notas" para la Eurozona se mantendrán "sin cambios el próximo año", ¿cuánto dinero pedirán prestado los Estados del Viejo Continente en 2015?
Según los cálculos de Fitch, los gobiernos de la Eurozona y de otros países de Europa occidental solicitarán aproximadamente 1,8 billones de euros el ejercicio que viene, en línea con la cantidad demandada en 2014. Así, el endeudamiento bruto será de un 13% del PIB, cifra que compara "favorablemente" con una necesidad de financiación del 20% en Estados Unidos y del 50% en Japón.
Cabe destacar que con una previsión de 393.000 millones de euros, o un 24% del PIB, Italia tiene la necesidad de endeudamiento más alta entre los países europeos.
El rating medio ponderado de los préstamos estimados es de "A+", sin cambios desde hace un año, "pero aún ‘tres escalones’ por debajo de la media de ‘AA+’ de 2011". La rebaja de Francia (hasta "AA" desde "AA+"), explican estos expertos, ha compensado en gran medida las revisiones previas al alza de España (a "BBB+" desde "BBB"), Irlanda (hasta "A-" desde "BBB+") y Grecia (a "B" desde "B-").
De cara a 2015, el 3% de los requerimientos de financiación será para Bélgica, el único país con perspectiva negativa en la región, mientras que el 2% irá a parar a deuda soberana con perspectiva positiva. Hace doce meses, destacan estos expertos, el 30% de las necesidades de capital era para Estados con perspectiva negativa.
Subraya Fitch que "los rendimientos históricamente bajos de la deuda seguirán apoyando los esfuerzos de consolidación fiscal en el medio plazo". En concreto, espera que la rentabilidad a diez años de la Eurozona se mantenga estable en los niveles actuales durante los próximos dos años, ante el bajo crecimiento previsto, la dinámica de la inflación y la política acomodaticia del BCE.
Por otra parte, "al tiempo que se refinancian los saldos de deuda, las condiciones más favorables del mercado ‘ayudarán’ a los costes de la deuda de los países, proporcionando un impulso útil a la dinámica de la misma. En toda Europa, el tipo de interés efectivo pagado por todos los pasivos soberanos en general se ha reducido en unos dos puntos básicos", y Fitch espera que caiga aún más.