Menos impuestos, más libertad para las empresas, aumento de la inversión y del gasto en infraestructuras. Son los tres ejes sobre los que el mercado asienta sus expectativas respecto al futuro económico de Estados Unidos y sobre los que ha comenzado, y a buen ritmo, a reasignar sus previsiones de inflación, crecimiento y tipos… En […]
Dirigentes Digital
| 21 nov 2016
Menos impuestos, más libertad para las empresas, aumento de la inversión y del gasto en infraestructuras. Son los tres ejes sobre los que el mercado asienta sus expectativas respecto al futuro económico de Estados Unidos y sobre los que ha comenzado, y a buen ritmo, a reasignar sus previsiones de inflación, crecimiento y tipos… En un movimiento que está ‘arrasando’ con los bonos soberanos, disparando al dólar y acelerando la rotación sectorial en renta variable (con los defensivos como grandes perdedores). Ahora bien, más allá de lo que están descontando los activos financieros el horizonte inversor no está tan claro. Los participantes del mercado, alerta Renta 4, “se enfrentan a la incertidumbre de no saber cuál será el escenario de futuro”. La firma baraja concretamente cuatro. El primero, ‘Goldilocks’ o un mundo feliz, “justifica las subidas. Aumento del crecimiento económico sin aumento de los tipos de los bonos, la Bolsa seguiría ascendiendo”. La segunda opción es la de la reflación: “Aumento del crecimiento económico pero con subidas de tipos de los bonos, la Bolsa subiría al incrementarse los beneficios, pero el aumento de tipos limita las subidas. Mejorarían las empresas cíclicas y las financieras”. El tercer escenario es el de estancamiento secular: “Continuación de la tendencia actual. Moderado crecimiento con tipos bajos y valoraciones de empresas sin grandes cambios. Empresas estables de rentabilidad por dividendo”. Y finalmente, estaflación, “subida de la inflación y de los tipos de interés sin que se dé un mayor crecimiento económico: negativo para las Bolsas y los bonos”. Para estos expertos “estaríamos entre el segundo y el tercer escenario, pendientes de cuál sea finalmente el impacto de las medidas de Trump y otros riesgos”. Así, en lo que respecta a al mercado prevén subidas de tipos largos, “pero limitada”, en renta fija; y se declaran “moderadamente optimistas, pero selectivos” respecto a la renta variable. Creen que las Bolsas se moverán en “amplios rangos” y aconsejan “tener reserva de liquidez para aprovechar las oscilaciones y beneficiarse de ineficiencias entre valor y precio”. Por su parte, Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión en BlackRock, considera que la victoria del republicano “refuerza un nuevo sistema de mercado”. Explica que los entornos reflacionistas, “caracterizados por un crecimiento económico nominal más sólido, tienden a impulsar activos como las materias primas y las acciones de valor y a perjudicar a los denominados activos refugio”. Prueba de ello, destaca, “es el reciente aumento del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años (los precios de los bonos y los rendimientos se mueven en direcciones opuestas), así como el mal comportamiento de sectores como el de utilities frente a la rentabilidad superior ofrecida por los sectores más cíclicos, como el bancario”. Por el contrario, desde Ethenea recuerdan que “a día de hoy no está nada claro que la mayoría republicana de ambas cámaras vaya a compartir esta política; de hecho, este partido es más bien contrarios al gasto público financiado con deuda. Esto sería más propio de la política de Bernie Sanders. Así pues, tendremos que esperar a ver qué pasa”. Así, consideran que “tan pronto se hayan dominado un poco las primeras emociones, el mercado debería retornar a sus cotizaciones habituales. De ahí que esperemos una corrección de la corrección en la renta variable, es decir, la vuelta de los rendimientos de la deuda pública estadounidense a diez años a valores inferiores al 1,85% y de la cotización del dólar frente al euro a valores inferiores a 1,1100”.