La maquinaria burocrática de Bruselas avanza para corregir la indisciplina fiscal de los Estados miembros. Entre ellos, se encuentra España que certificó su incumplimiento con al disparar el déficit al 5% y arrastrar la desviación para los próximos años. Los mecanismos de corrección de la Unión Europea establecen que la Comisión deberá emitir medidas que […]
Dirigentes Digital
| 18 may 2016
La maquinaria burocrática de Bruselas avanza para corregir la indisciplina fiscal de los Estados miembros. Entre ellos, se encuentra España que certificó su incumplimiento con al disparar el déficit al 5% y arrastrar la desviación para los próximos años. Los mecanismos de corrección de la Unión Europea establecen que la Comisión deberá emitir medidas que contemplen ajustes y posibilidades de sanciones. Es ahora mismo lo que se debate en Bruselas. La Comisión ha decidido posponer las sanciones hasta el mes julio para que no coincidan con las elecciones pero exige nuevos ajustes para corregir el déficit de 2016 y 2017.
Bruselas manda un serio aviso al Gobierno en funciones de no haber tomado "acciones efectivas" para rebajar el déficit por debajo del 3% este año, que es el paso previo para establecer sanciones. "En el caso de Portugal y España, la Comisión recomienda al Consejo que recomiende una corrección duradera del déficit excesivo en 2016 y 2017, con las medidas estructurales que sean necesarias y usando todas las ganancias potenciales para reducir el déficit y la deuda. En línea con su deber de monitorizar la implementación del procedimiento de déficit excesivo, según el artículo 126 del Tratado de la UE, la Comisión volverá a analizar la situación de estos dos estados miembros en julios", explica el Ejecutivo.
Además, tiene que establecer el ritmo de ajuste y la orientación de los recortes, que ascienden a alrededor de 10.000 millones. El Gobierno flexibilizó los objetivos en el nuevo marco económico del Pacto de Estabilidad al 3,6% en 2016 y en 2017 al 2,9%. Pero la Comisión enmendó las previsiones del Gobierno de Rajoy al estimar que el déficit será del 3,9% este año y del 3,1% el año que viene, allanando el camino para adoptar medidas por no dejarlo por debajo del 3%.
Con las recomendaciones de hoy, el Consejo Europeo deberá refrendar las recomendaciones específicas por países y los ministros de la UE las debatirán en el Consejo entre junio y julio. Los Estados presentan a la Comisión no más tarde del 15 de octubre proyectos de planes presupuestarios para el año siguiente, haya Gobierno o no. Si algún plan diverge respecto de los objetivos a medio plazo del Estado miembro correspondiente, la Comisión puede solicitar su reelaboración.
Desde 2009, España se encuentra dentro del Procedimiento de Déficit Excesivo, que supone una supervisión de las cuentas y medidas adoptadas. Si el objetivo solo se aplaza un año el país entraría en un "procedimiento agravado" que le acerca a posibles sanciones. El fracaso en la reducción del déficit puede suponer multas del 0,2% del PIB, unos 2.000 millones de euros y subir hasta un importe máximo del 0,5% del PIB si se detecta fraude en las estadísticas.
Desde Bruselas se baraja la posibilidad de que a los Estados con problemas de déficit se les sancione pero sin carga económica para no lastrar la evolución de los países. De todas formas las sanciones se adoptan mediante votación por mayoría cualificada inversa, lo que significa que las multas se consideran aprobadas por el Consejo salvo si las revoca una mayoría cualificada de Estados miembros desde 2014.