En concreto, estos expertos aguardan un repunte medio del PIB de los países del G20 para el periodo comprendido entre 2015 y 2017 del 2,8%, sólo 0,3 puntos porcentuales por encima del ascenso registrado de 2012 a 2014 y por debajo del promedio del 3,8% alcanzado en los cinco años previos al estallido de la […]
Dirigentes Digital
| 11 nov 2015
En concreto, estos expertos aguardan un repunte medio del PIB de los países del G20 para el periodo comprendido entre 2015 y 2017 del 2,8%, sólo 0,3 puntos porcentuales por encima del ascenso registrado de 2012 a 2014 y por debajo del promedio del 3,8% alcanzado en los cinco años previos al estallido de la crisis. La contribución de los países en desarrollo al crecimiento será la más baja desde principios de 2000.
Un crecimiento económico mundial "débil que no apoyará la reducción del endeudamiento de los gobiernos, ni permitirá a los bancos centrales subir los tipos de manera importante", explica Marie Diron, vicepresidenta senior de política crediticia de la agencia. Y añade: "Las autoridades además carecen de los amplios ‘colchones’ de política fiscal y convencional para proteger sus economías de posibles shocks".
Los principales riesgos para las perspectivas nacen de una desaceleración mayor de la separa de China y de un mayor impacto del endurecimiento de las condiciones financieras. Los efectos de estos "peligros" seguramente sean "limitado", reconoce la experta. Sin embargo, "las economías avanzadas no podrán hacer mucho para apuntalar la actividad global, ante el reducido margen de maniobra de sus políticas fiscales y monetarias y el elevando nivel de apalancamiento que vemos en una serie de sectores y países".
China pasará a crecer un 6,1% para 2017 y la firma no prevé aumentos significativos para los precios de los productos básicos de cara a los próximos años, siendo los países emergentes los que sufran principalmente estos impactos. Con Brasil y Rusia padeciendo además el lastre de la incertidumbre política, y Sudáfrica la escasez de infraestructuras.
Con todo, este lento crecimiento no hará descarrilar a las economías avanzadas, donde la actividad se mantendrá prácticamente estable, con una media de repunte del PIB del 2,5% en Estados Unidos, Reino Unido y Corea y del 1,5% para la Zona Euro.