Crecen las dudas en torno al potencia de Wall Street, a vueltas con las altas valoraciones, la pérdida de momentum, las incertidumbres económicas derivadas de la debilidad emergente y el hundimiento de las commodities, así como el impacto del ciclo alcista de la Fed. Ahora, parece saltar otra alarma. Según datos de Capital Economics, el […]
Dirigentes Digital
| 13 ene 2016
Crecen las dudas en torno al potencia de Wall Street, a vueltas con las altas valoraciones, la pérdida de momentum, las incertidumbres económicas derivadas de la debilidad emergente y el hundimiento de las commodities, así como el impacto del ciclo alcista de la Fed. Ahora, parece saltar otra alarma.
Según datos de Capital Economics, el índice de recompra del S&P 500 (que hace un seguimiento de las acciones de las 100 empresas con mayor ratio de recompras) ha subido cerca de un 170% desde 2010, frente al 72% del selectivo en su conjunto. Ahora bien, esta tendencia ha ido dándose la vuelta, pues por primera vez en 2015, el primer índice se quedó a la zaga del segundo en 2015.
"Esto puede constituir una señal preocupante para la Bolsa estadounidense. La última vez que se produjo un comportamiento similar fue en 2007, y antes en 1998-1999. Ambas ocasiones han precedido a importantes caídas en el mercado, que, no obstante, coincidían con recesiones en el país o, en el segundo caso, con el estallido de una burbuja, en concreto, la puntocom, a la que siguió una recesión poco después", explica Andrew Hunter.
Así las cosas, concluye que no esperan un hundimiento en Wall Street, ni una recesión en Estados Unidos. Ahora bien, esta situación, "nos proporciona otra razón para pensar que el S&P 500 apenas lo hará mejor en los próximos dos años".
El mercado premia las recompras
En primavera, los analistas de Barclays llamaban la atención sobre el mejor comportamiento en Bolsa de las empresas que optan por recomprar acciones, frente a las que apuestan por el capex.
"En resumen, las inversiones en bienes capitales son mayores que nunca, pero no está premiando a los accionistas". Puede "parecer injusto", concluían, pero los datos muestran que es así. Por tanto, elaborada una lista de compañías que tienen una baja proporción de capex en relación con la recompra de acciones, que incluye a Celgene, Express Scripts, Sherwin-Williams, Monsanto e Illinois Tool Works.
El riesgo de las recompras de acciones
Por su parte, desde Bankinter llaman la atención sobre los dos frentes de riesgo que supone optar por la recompra de acciones como "premio" al accionista. En concreto, el primero es el financiero, y es que si las compañías optan por esta estrategia mediante "más endeudamiento, el riesgo de balance aumentará y los acreedores deberían exigir un mayor coste de financiación que podría contrarrestar el impacto positivo de un beneficio por acción (BPA) y una rentabilidad financiera (ROE) superiores".
El segundo sería el estratégico, pues las recompras pueden ser interpretadas, por parte del mercado, "como una incapacidad de las empresas para obtener retornos superiores a los actuales y/o un límite al crecimiento de beneficios futuros".