"Desde 2012, hemos entrado en un proceso negativo (al otro lado del Atlántico), en el que la evolución de las distintas variables macro quedan por debajo de lo esperado por le mercado. Sin embargo, el S&P 500 ha subido un 73%", destaca este experto. Por otro lado, los beneficios empresariales de las compañías norteamericanas están […]
Dirigentes Digital
| 17 abr 2015
"Desde 2012, hemos entrado en un proceso negativo (al otro lado del Atlántico), en el que la evolución de las distintas variables macro quedan por debajo de lo esperado por le mercado. Sin embargo, el S&P 500 ha subido un 73%", destaca este experto. Por otro lado, los beneficios empresariales de las compañías norteamericanas están siendo revisados a la baja, "cuando esto ocurre se dice que la Bolsa está cara. Tan sólo durante la burbuja de las puntocom de la década de los 90 vimos múltiplos más caros que los actuales", advierte.
La cuestión ahora es ¿por qué sigue escalando el mercado? ¿quién compra? ¿qué significa este rally? Si además tenemos en cuenta que la Reserva Federal (Fed) se encamina hacia un endurecimiento de su política monetaria vía subida de tipos. En primer lugar, explica este analista, "hemos abaratado tanto el precio del dinero (…) que muchas empresas pueden financiarse a un coste ridículamente bajo" y, "como me imagino que no se creen mucho el ciclo económico, en vez de dedicar estos recursos a capex, lo hacen a recomprar sus propias acciones". Por otro lado, no debemos olvidar que "nos han dejado sin activos donde invertir", inundado el mercado de liquidez ésta busca dónde invertirse y va a Bolsa, porque ¿qué sentido tiene comprar bonos a rentabilidades tan bajas como las actuales?
En este contexto, debemos ser conscientes además que, técnicamente, "hay señales preocupantes": el S&P 500 está dando forma a una cuña, formación que históricamente suele resolverse a la baja; además, los indicadores adelantados que se emplean en este tipo de análisis están dando una serie de alertas que en otras ocasiones "han sido el preámbulo de una ruptura a la baja". Gil no espera un colapso inmediato de la Bolsa americana, pero si tenemos en cuenta que no hay respaldo macro, ni micro, los niveles de valoración alcanzados, que tenemos un conjunto de índices que da muestra de agotamiento desde hace tiempo, "no es fácil saber cuándo se va a producir, pero parece bastante obvio que habrá un descenso".
En concreto, considera que de aquí al verano veremos "una corrección de entre el 10% y el 20%" en Wall Street, "una corrección que hay que comprarla", pues probablemente cuando se produzca la Fed "de marcha atrás" y comience a indicar que se retrasan las subidas de tipos, se volverá a especular con más políticas monetarias acomodaticias y el dinero volverá a fluir hacia la renta variable. Así las cosas, los soportes a vigilar en el S&P para este estratega son los 1.800 y los 1.980 puntos.
Cuando "cruzamos el charco" nos encontramos con dos realidades bien diferenciadas: tasas de crecimiento que van muy bien, pues los estímulos del Banco Central Europeo (BCE) están surtiendo efecto (de hecho, muchas casas de análisis prevén ya tasas de mejora del PIB del 2%), pero la inflación "es un desastre, las tasas son horrorosamente bajas", esto permite a la autoridad monetaria de la Zona Euro ser "muy agresiva en sus políticas", y así ha sido su programa de compras masivas de deuda (QE).
"No se aprecian síntomas de debilidad en los índices europeos", reconoce Gil, pero la cercanía de resistencias históricas (por ejemplo, el Euro Stoxx 600 está en máximos de 2000 y 2007 y ha experimentado una subida vertical no vista desde 1999) plantea un interrogante respecto a la posibilidad de que sigamos viendo nuevos máximos "sin tener una corrección sana que limpie la sobrecompra extrema que se ha alcanzado en los mercados durante el primer trimestre" del año.
"Puede haber una ruptura" de estos niveles récord, pero no parece "catalizador suficiente" para que las alzas se extiendan mucho más en el tiempo tras dicho movimiento, matiza. Por ello, el "escenario más probable" es que el primer intento de superación de dichos máximos "no se consolide y de lugar a un proceso a la baja". Corrección que también habría que aprovechar para comprar pues la situación en Europa es mejor que en Estados Unidos en cuanto a crecimiento, resultados que cumplen las previsiones, debilidad del euro que ayuda a la exportaciones y, sobre todo, el hecho de que no vayamos a subir tipos en muchos años…
Si nos centramos concretamente en el Ibex 35, que se encuentra recuperando terreno, pues se ha quedado más rezagado que el resto debido a las incertidumbres que plantea Grecia y la "potencial similitud en España en el caso de que Podemos llegue a gobernar". Pese a ello, los datos macro del país están "saliendo incluso mejor que los de la mayoría de sus socios", y en la medida en que se aleje el riesgo político, el selectivo español debería ir alcanzando a sus "hermanos" del Viejo Continente.
Técnicamente, es clave el hecho de que el índice haya sido capaz de superar la resistencia que le frenaron el año pasado, "y ha salido de una fase de consolidación que ha durado muchos meses". Así, mientras se mantenga por encima de los 11.000, el desarrollo más probable es que extienda los repuntes hasta la zona de los 12.500 puntos. ¿A partir de ahí qué puede pasar? "Primero hay que llegar", afirma Gil, después, lo más normal es que "participe de las correcciones que esperamos en el resto de mercados".