Grandes gestoras e inversores institucionales utilizan los Dark Pools al no tener que revelar los precios a los que llevan a cabo sus órdenes hasta que estas sean ejecutadas. Normalmente se usan para mover grandes paquetes de acciones, que en un mercado público serían detectados por los minoristas y podrían aprovecharse de esa información. Según […]
Dirigentes Digital
| 05 sep 2016
Grandes gestoras e inversores institucionales utilizan los Dark Pools al no tener que revelar los precios a los que llevan a cabo sus órdenes hasta que estas sean ejecutadas. Normalmente se usan para mover grandes paquetes de acciones, que en un mercado público serían detectados por los minoristas y podrían aprovecharse de esa información.
Según un informe de la firma Rosenblatt Securities recogido por Bloomberg, los Dark Pools supusieron el el 9,1% de las operaciones en equity europeo a cierre de julio, lo que supone un crecimiento de 6,2 puntos porcentuales respecto a 2010. Una participación en estas plataformas que se ha incrementado notablemente pese a que, en general, el volumen diario negociado se redujo un 20% en el periodo.
Estas plataformas mantienen su popularidad pese al empeño de los reguladores pro reducir su participación en el mercado, con multas a entidades que en ellas operan incluidas. La limitación de su uso es el objetivo de los reguladores, que temen que los mercados públicos se vuelvan menos eficientes y la evolución de los precios de las acciones menos precisas si estas plataformas alternativas siguen ganando terreno a los mercados públicos.
Por eso, normas como MiFID II, que entrará en vigor en enero de 2018, limitará la negociación fuera de la Bolsa tradicional. En teoría, se aplicarán unos límites con el que cada dark pool solo podrá negociar un 4% del total del volumen en cada acción. En todas las plataformas, el límite se amplía al 8%. Si un valor se pasa de esos límites, no podrá seguir negociándose en estas plataformas durante un periodo de seis meses.
La pregunta es si, con estas medidas, los reguladores conseguirán desviar parte de la negociación en dark pools hacia los mercados públicos o, por lo contrario, solo provocará que existan menos negociaciones en estas plataformas, pero de un volumen mayor.