Dicen que la historia de cualquier lugar se encierra en sus cocinas, donde se da buena cuenta de lo que viven los vecinos en cada época. Y prueba de ello son los dulces de Semana Santa, una tradición relacionada tanto con la religión como con la necesidad de aportar energía al cuerpo. Y es que […]
Dirigentes Digital
| 16 mar 2018
Dicen que la historia de cualquier lugar se encierra en sus cocinas, donde se da buena cuenta de lo que viven los vecinos en cada época. Y prueba de ello son los dulces de Semana Santa, una tradición relacionada tanto con la religión como con la necesidad de aportar energía al cuerpo. Y es que tanto en Cuaresma como en la propia Semana Santa era de obligado cumplimiento el ayuno y la abstinencia, pero para aportar energía al organismo se permitían pequeñas porciones de alimentos que estuvieran elaborados con huevos, leche, harina o miel, precisamente los ingredientes principales de los dulces que han llegado a nuestros días. Aunque la mayoría de ellos se pueden encontrar prácticamente en cualquier punto del país en estas fechas, algunos rincones son famosos por mantener la tradición realizando con esmero esos mismos dulces que han adquirido gran popularidad en su entorno. Las monas de Pascua, los pestiños, las torrijas, las flores de Pascua o los buñuelos de Semana Santa son algunos de los más demandados en estas fechas, y todos ellos ofrecen la oportunidad de conocer rincones de España donde se degustan con pasión. Por eso pueden convertirse en la excusa perfecta para una escapada con la que descubrir núcleos rurales en donde además de buena gastronomía tengamos la oportunidad de disfrutar de entornos verdes con decenas de opciones para los viajeros. Estos son algunos de ellos. Monas de Pascua en Murcia Muy típicas del Mediterraneo, las monas de Pascua han ido incorporando algunas innovaciones a la receta tradicional, que es una torta elaborada con panquemado -un bollo tierno y esponjoso elaborado con huevos, azúcar, harina y rayadura de limón- que además lleva uno o varios huevos cocidos. Cada zona del Levante tiene su variedad, pero para los que deseen probar las más tradicionales, la Región de Murcia es una buena opción ya que en la mayoría de obradores mantienen la receta clásica. Además, Semana Santa es una época perfecta para recorrer localidades murcianas donde estas fiestas están llenas de tradiciones. Una de ellas es Moratalla, con el tambor como protagonista de una celebración que ha sido declarada de Interés Turístico Regional. Los amantes de la buena gastronomía tradicional tienen además en esta localidad una buena oportunidad para conocer platos diferentes como el potaje de albóndigas, las tortas de bacalao o el mazapán de Moratalla. Y gracias a su enclave, los aficionados a la naturaleza también disfrutarán: cuenta con la mayor masa forestal de la región, poblada de pinos, encinas, robles y sabinas, un entorno donde es fácil avistar águilas reales. En cuanto al alojamiento, la casa rural El Viejo Granero ofrece todas las comodidades en una casa de 450 metros cuadrados con barbacoa, sala de juegos, terraza y piscina. Pestiños en Sevilla En toda Andalucía se pueden degustar unos excelentes pestiños, ese dulce en forma de lazo que lleva canela, ajonjolí y naranja además de azúcar, harina y vino blanco. Presentes en muchas confiterías del sur español, dicen que los elaborados por las monjas del sevillano monasterio de San Clemente son una auténtica delicia difícil de superar. Y disfrutarlos en plena Semana Santa en la capital andaluza es de esos placeres que no se olvidan. Se puede aprovechar el viaje para descubrir una localidad cercana que esconde decenas de encantos y se encuentra muy cerca de la ciudad de Sevilla. Hablamos de Mairena de Alcor, a unos 24 kilómetros, situada en una colina que domina toda la parte oriental de la campiña y que tiene entre su larga lista de atractivos el Castillo de Luna, la Iglesia de la Asunción, la Ermita de San Sebastián o la Ermita del Cristo de la Cárcel. Allí podemos alojarnos en Huerta La Cansina, una finca andaluza de más de 4 hectáreas dedicada a la agricultura ecológica con cuatro casas independientes de diferentes estilos con capacidad para 16, 9, 4 y dos personas. Están situadas en torno a una antigua alberca de riego acondicionada como una gran piscina y rodeadas de un jardín de 5 hectáreas de naranjos y pinos. Torrijas en Zaragoza En una selección de dulces de Semana Santa no podían faltar las torrijas, ese producto de larguísima tradición que se puede ver casi en cualquier pastelería de España en estas fechas. Cuentan que estos dulces elaborados a base de pan duro, huevos, azúcar, leche o vino ya se degustaban prácticamente en la misma forma que ahora hace nada menos que seis siglos. Por eso parece casi obligado que aparezcan en la carta de uno de los restaurantes más antiguos de España, Casa Lac, en Zaragoza, uno de los templos de la torrija. Conocerlas sentados a la mesa de este restaurante que abrió sus puertas en 1825 es una buena excusa para descubrir después de ese buen homenaje varias localidades con encanto en Zaragoza como Alagón, Tauste o el pequeño pueblo de Asín, levantado en la margen izquierda del río Farasdués donde encontraréis preciosas casas de piedra y portalones abovedados. Una buena opción para alojarse allí es la casa rural El Torreón de Joaquín. Flores de Pascua en Ciudad Real Aunque en lugares como Galicia empiezan a disfrutarlas con la llegada del Carnaval, la mayoría tenemos que esperar a la Cuaresma para probar este dulce que tiene especial fama en Castilla La Mancha, y quizá por eso también reciben el nombre de flores manchegas. Se elaboran con una masa de harina, leche y huevos a la que se añade canela y azúcar dándoles la forma de una flor. En la zona del campo de Calatrava encontraréis sin mucho esfuerzo este dulce típico que se prepara con mimo en la mayoría de las pastelerías de la zona. Y de paso, podemos aprovechar para conocer localidades del entorno como Almodóvar del Campo, en pleno Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. En Calzada de Calatrava está Finca Montón de Trigo, un hotel rural con el encanto típico de la región. Ofrece todas las facilidades de un hotel moderno en el campo. Leche frita en Navarra Para los más golosos, uno de los preferidos entre los dulces de Semana Santa es la leche frita, una crema cuajada cortada en trozos, frita con aceite de oliva y rebozada en azúcar y canela. La podemos preparar en casa, pero si queremos probar una hecha por profesionales de la repostería una buena opción es degustarla en los pueblos navarros, donde este dulce tiene mucha tradición. Por ejemplo en Lumbier, a los pies de la sierra de Leire. En esa zona podremos disfrutar de un entorno como de cuento donde se ubica el ayuntamiento más antiguo de Navarra además de calles con casas blasonadas con portadas de medio punto que enmarcan puertas talladas. La casa rural Ibaialde es una buena opción de alojamiento para quienes busquen sumergirse en la naturaleza del pirineo Navarro. Cuenta con cinco habitaciones para diez personas y todas las comodidades para una estancia muy confortable.