Los ciudadanos suspenden claramente a la banca, con una nota media de 3,5 sobre 10, en su nivel de transparencia en la publicidad de sus servicios, como hipotecas, productos de ahorro o cuentas bancarias, según el estudio ‘Nivel de educación financiera de la población española en 2016’, elaborado por la asociación de consumidores ADICAE, que alerta del […]
Dirigentes Digital
| 22 nov 2016
Los ciudadanos suspenden claramente a la banca, con una nota media de 3,5 sobre 10, en su nivel de transparencia en la publicidad de sus servicios, como hipotecas, productos de ahorro o cuentas bancarias, según el estudio ‘Nivel de educación financiera de la población española en 2016’, elaborado por la asociación de consumidores ADICAE, que alerta del grave desconocimiento ciudadano de conceptos básicos que afectan directamente a sus ahorros y bienestar. Prácticamente 1 de cada 2 ciudadanos cree que se requiere un nivel experto para contratar productos cotidianos como fondos, depósitos a plazo y estructurados, planes de pensiones o seguros. Cerca del 60% (57,9%) considera que hay que ser experto para contratar un fondo de inversión, producto de riesgo que la banca está vendiendo en masa estos días ante el actual escenario de tipos de interés bajos. Así, la mitad de los encuestados (49,4%) reconoce que alguna vez ha firmado un contrato con una entidad financiera sin saber exactamente lo que significaba. El 45,7%, declara desconocer a qué productos financieros afecta la TAE. Solo 1 de cada 3 españoles sabe qué es el dividendo. La mitad de la población no sabe qué es el déficit público ni la prima de riesgo. Los consumidores reclaman educación financiera Casi un 75% de los encuestados afirma que en nuestro país no se fomenta la educación financiera, una materia considerara como importante o muy importante por el 72,7%. Además, el 84% cree que este conocimiento contribuiría a evitar, al menos en parte, los fraudes en el sector financiero. En consecuencia, 9 de cada 10 ciudadanos apuesta por incorporar los conocimientos financieros en las materias educativas. Sin embargo, casi el 60% reconoce que posee un nivel de educación financiera bajo o muy bajo, de lo cual responsabilizan especialmente a las entidades financieras (30,3%) y a los organismos reguladores (29,7%). De hecho, el 71,6 reconoce tener dificultad para entender las noticias sobre economía. Desde la organización indican que los fraudes masivos como las preferentes podrían repetirse en unos años, incluso con peores consecuencias para la población, si no se articula una verdadera educación financiera que enseñe al conjunto de los consumidores a prevenir riesgos y a defender sus derechos, dos aspectos clave de los que carecen los actuales programas de educación financiera del Banco de España y la CNMV y la banca. Un análisis realizado por ADICAE ha detectado deficiencias graves en los programas formativos que imparten tanto los bancos como los organismos reguladores (Banco de España y CNMV) con contenido que perjudica al consumidor. La organización señala que se promocionan, como positivos, conceptos de por sí negativos y peligrosos, como “endeudamiento sostenible” o “deuda buena”. Además resalta que se anima a especular con un bien básico como la vivienda, considerándola un valor refugio y un activo de reserva. Asimismo, se carga toda la responsabilidad sobre el consumidor ante posibles conflictos, mientras se descarga a la banca, insistiendo en sus obligaciones y responsabilidades pero no en sus derechos. Y pone de ejemplo que en la planificación financiera, se ponen los pagos de la hipoteca o alquiler (“gastos fijos obligatorios”) por delante de necesidades básicas como comida, ropa o electricidad (“gastos variables necesarios”).