El castigo a Deustche Bank por parte de los inversores ha llevado a la entidad a tomar decisiones drásticas. Primero salió al paso de los rumores para confirmar que sí podría hacer frente al pago de los intereses de su deuda. Tendrá que abonar 350 millones el próximo 30 de abril. El banco aseguró tener liquidez […]
Dirigentes Digital
| 10 feb 2016
El castigo a Deustche Bank por parte de los inversores ha llevado a la entidad a tomar decisiones drásticas. Primero salió al paso de los rumores para confirmar que sí podría hacer frente al pago de los intereses de su deuda. Tendrá que abonar 350 millones el próximo 30 de abril. El banco aseguró tener liquidez por 1.000 millones para afrontarlos. Y explicó el programa de operaciones para afrontar los 4.300 millones de 2017. Pero no fue suficiente.
Incluso Standar&Poors ha rebajado la calificación de sus CoCos hasta B+. Desde las oficinas de Frankfurt han decidido este viernes dar otro golpe sobre la mesa para intentar calmar a los mercados y pone cifra al plan de recompra de bonos que ya se había filtrado a la prensa. Deustche Bank destinará 3.000 millones de euros y 2.000 millones de dólares.
Hasta el Gobierno de Merkel había dado la cara públicamente por el banco insignia de Alemania. Wolfgang Schaeuble, el todopoderoso ministro de finanzas, ofreció unas declaraciones inusuales a Bloomberg, otro de los medios de referencia del mercado, para remarcar que no le preocupa la situación de Deutsche.
A todo esto se une la difícil situación financiera que atraviesa la entidad. Deutsche adelantó un avance de los resultados, en los que registró importantes pérdidas, incluso más de los 6.200 millones de euros con los que el banco preveía llegar a septiembre de 2015. Se trata del primer año desde 2008 que el banco no obtiene beneficios; el pasado 2014, la entidad registró un beneficio de 1.700 millones de euros. El agujero del gigante alemán se disparó hasta los 6.800 millones.
Jaume Puig, de GVC Gaesco, explica que las recientes ventas se han producido por parte de hedge funds anglosajones "que pretenden provocar una ampliación de capital para participar en ella recomprando en la operación las ventas en corto que han generado".