El Centro de Estudios Financieros (CEF) ha publicado un listado de disciplinas transversales válidas para todo tipo de perfiles. Este listado pretende servir como orientación para aquellos profesionales especializados que busquen un complemento generalista a su formación. Según Arturo de las Heras, director general del CEF y de la UDIMA, "si bien estamos en un […]
Dirigentes Digital
| 15 oct 2015
El Centro de Estudios Financieros (CEF) ha publicado un listado de disciplinas transversales válidas para todo tipo de perfiles. Este listado pretende servir como orientación para aquellos profesionales especializados que busquen un complemento generalista a su formación.
Según Arturo de las Heras, director general del CEF y de la UDIMA, "si bien estamos en un mundo en el que se tiende hacia la especialización, un buen profesional, además de dominar a la perfección su oficio, debe ser capaz de desenvolverse en otros campos que le ayudarán a realizar mejor su trabajo".
Para los responsables del CEF y la UDIMA hay una serie de conocimientos, no estrictamente ligados al desempeño profesional de las personas, que, sin embargo, "enriquecen enormemente a un profesional, le ayudan a realizar mejor su trabajo y aportan un valor añadido tanto a la hora de desempañar su actividad como al optar a un puesto de trabajo".
– Excel: Esta herramienta permite crear informes y manejar datos de manera rápida y eficaz, mezclando conocimientos en materias financieras y contables. Se trata de una herramienta esencial con un potencial extenso, que muchas veces no es utilizada con todas sus posibilidades. Por eso, las medianas y grandes empresas valoran mucho más a los postulantes y colaboradores que dominen este programa.
– Finanzas para no financieros: Tener conocimientos básicos en finanzas es necesario para cualquier ámbito de nuestra vida. Para un pequeño emprendedor, sin ir más lejos. También en el entorno de una empresa resulta esencial, por ejemplo, cuando hay que manejar presupuestos y previsiones a largo y medio plazo.
– Gestión de Redes Sociales: Saber usar las redes sociales, cómo funcionan, qué se puede conseguir con ellas, cómo aumentar la visibilidad y la notoriedad de las empresas y personas es muy aconsejable hoy en día. Tener nociones básicas de su utilización puede resultar muy útil.
– Marca Personal: En el entorno actual, y sea cual sea la situación, especialidad y cargo de un profesional, potenciar su marca personal puede ayudarle a lograr sus objetivos. Una marca personal bien construida, basada en un plan de actuación y coherente con el perfil profesional es fundamental porque trabaja por nosotros en la Red, nos hace visibles y nos permite ganar alcance y visibilidad.
– Gestión del estrés y la motivación (Mindfulness en el trabajo): Este tipo de formación ayuda al profesional a aprender a gestionar mejor los cambios, optimizar la toma de decisiones, gestionar los desafíos, alcanzar un alto rendimiento o entrenar la atención para obtener una mayor eficacia profesional.
– Habilidades de comunicación: Es imposible no comunicar. En las relaciones personales siempre comunicamos algo, incluso cuando no queremos comunicar nada. Y unida a la transmisión de un mensaje, necesariamente gestionamos una relación.
– Habilidades de negociación: La capacidad para lograr acuerdos satisfactorios entre partes que, si bien tienen algunos intereses contrapuestos, precisan también de un determinado grado de cooperación (clientes, proveedores, jefes, colaboradores, familia, etc.) es una competencia crítica para los profesionales actuales que nuestro sistema educativo, muy orientado a la competitividad, casi ignora.
– Gestión comercial: En los tiempos que corren, donde la competitividad de las empresas es cada vez mayor y aumentar la cartera de clientes cada vez es más complicado, tener orientación comercial es un "plus" muy valorado en cualquier tipo de perfil.
– Orientación al cliente: Básico hoy en día, con independencia del tipo de trabajo que se realice. El cliente, su atención personalizada y su satisfacción es el verdadero núcleo del negocio de cualquier tipo de empresa. Y ese trabajo fundamental puede ser realizado desde cualquier departamento de la empresa que tenga contacto con los clientes.
– Gestión de proyectos: Es cada vez más frecuente encontrar en el ámbito empresarial metodologías dirigidas al trabajo "por proyectos", es decir, en las que partimos de una situación inicial y disponemos de unos recursos y tiempo limitados para alcanzar unos objetivos. Por eso tener una formación previa sobre cómo enfrentarse a ellos será de gran ayuda.