Desde la entidad apuntan a un panorama económico más complejo al que los inversores deberán adaptarse si quieren sacar jugo a su dinero. "Nos encontramos con una gran volatilidad en los mercados, unida a la divergencia en los resultados económicos y a las diferentes políticas monetarias", explican los expertos. Y es cierto. La economía del […]
Dirigentes Digital
| 03 dic 2014
Desde la entidad apuntan a un panorama económico más complejo al que los inversores deberán adaptarse si quieren sacar jugo a su dinero. "Nos encontramos con una gran volatilidad en los mercados, unida a la divergencia en los resultados económicos y a las diferentes políticas monetarias", explican los expertos.
Y es cierto. La economía del Reino Unido y la estadounidense afrontan un periodo de recuperación más madura, y subirán sus tipos de interés durante el próximo año. Sin embargo, Europa y Japón aún se encuentran en un periodo de débil crecimiento y bajo la amenaza de la deflación. Los expertos de JP Morgan Asset Management explican que estas divergencias pueden resultar útiles si contribuyen a prolongar la recuperación estadounidense, reduciendo la presión a la baja de los tipos y la inflación. Pero cuidado. Los riesgos vendrán si Estados Unidos y su moneda se convierten en los únicos jugadores.
Estados Unidos y Reino Unido
Es probable que Estados Unidos y Reino Unido no tengan que afrontar una inflación creciente en este escenario, esto significa una recuperación más larga. En Estados Unidos el crecimiento progresa con una tasa analizada superior al 3% y el desempleo se sitúa por debajo de su media a largo plazo del 6,1%. Pero la FED no ha elevado los tipos de interés, ya que prefiere mejorar las oportunidades de recuperar la producción perdida como resultado de la gran recesión.
Los sueldos y los precios no han conseguido seguir el ritmo de la recuperación económica. El país hasta ahora no ha conseguido que crezca la mano de obra y no se ha producido un repunte significativo en la inflación estadounidense. Por otro lado en Europa, se producirá un panorama debilitado junto con la caída de la inflación.
Esto hace pensar a los expertos que la subida de tipos de Estados Unidos se producirá en el segundo semestre de 2015 algo más tarde de lo que preveían anteriormente los inversores. Sin embargo, puede que la Reserva Federal actúe antes si el crecimiento salarial se acelera. En el seno de la Fed todavía hay preocupación por las consecuencias finales de dejar los tipos demasiado bajos durante demasiado tiempo, quedándose así con poca munición para afrontar la próxima crisis.
El Reino Unido no ha llevado a cabo medidas adicionales de expansión cuantitativa (compras de bonos) desde principios de 2012, de manera que su política monetaria ya ha adoptado en cierto modo una postura menos flexible a medida que la recuperación ganaba impulso, al menos en el sentido de que el balance del banco central ha descendido en relación con el PIB.
La region ha experimentado asimismo un importante aumento del empleo en los últimos años, junto con un leve o inexistente incremento de la inflación o los sueldos. Sin embargo la principal diferencia con Estados Unidos es que el producto per cápita en el Reino Unido ha crecido incluso más lentamente. Y ahora es inferior al de 2008.
La consecuencia es que puede que el margen económico sea en cierta forma más limitado que el de Estados Unidos. Los expertos opinan que por este motivo es más probable que el banco central del Reino Unido suba su tipo de interés oficial antes que la FED, Zona Euro y Japón.
Europa y Japón
La recuperación económica perdió fuerza en Europa durante el verano. Ahora la preocupación es la desaceleración de dos principales economías como Francia e Italia. El Fondo Monetario Internacional señalo las altas posibilidades de que la zona euro vuelva a entrar en recensión.
Los países periféricos necesitan reducir sus niveles de deuda publica y privada y por ello es vital un repunto en el crecimiento y en la inflación. El Banco Central Europeo ha aumentado sus esfuerzos para combatir la baja inflación con prestamos a bancos europeas, y mejorar asi el crédito a las empresas.
El euro se ha depreciado aproximadamente un 9% frente al dólar desde junio. Los expertos consideran que estas medidas resultarán positivas para los activos europeos, por lo menos a corto plazo. El acusado descenso en el precio del petróleo también será un factor claramente positivo para Europa, Esta perspectiva puede forzar al BCE a seguir el camino tomado por los estadounidenses y comprar deuda pública a gran escala, pese a la considerable oposición interna.
Sin embargo, euro por euro, "creemos que la iniciativa actual de adquirir valores privados respaldados por activos y, posiblemente, otros bonos corporativos no financieros, resultará una herramienta más poderosa para estimular la oferta de crédito privado en Europa que comprar bonos soberanos". Los expertos empiezan a ver "algunas pequeñas victorias en el frente de las reformas, como la reciente votación en Italia sobre la reforma laboral que planea introducir Matteo Renzi o el debate sobre la aplicación de importantes medidas políticas en Francia".
El gobierno de Japón se ha comprometido a que el BCE tome medidas importantes para mejorar la deflación junto con reformas estructurales que mejoren el potencial de crecimiento del país a largo plazo.
La política monetaria en Japón seguirá siendo flexible en un futuro inmediato. El Banco de Japón se ha visto obligado a redoblar sus esfuerzos para reactivar la economía depreciando la moneda y rebajando las tires del bono a largo plazo. Además, ha manifestado su compromiso incondicional de comprar bonos del Estado japonés por valor de 80 billones de JPY al año, un volumen equivalente a cerca del 15% del PIB.
El banco central de Japón lleva sus esfuerzos de expansión cuantitativa mucho más lejos que cualquiera de los demás principales bancos centrales, ya que implica que el banco central comprará aproximadamente el 100% de los bonos del Estado japoneses emitidos. estos factores resultarán positivos para los mercados y la economía japoneses a corto plazo, y que deberían ayudar a reforzar las mejoras que ya estábamos apreciando en la economía real.
La caída en el precio mundial del crudo es otro aspecto positivo para Japón. El contraste entre las perspectivas respecto al crecimiento y las políticas en ambos lados del Atlántico se observa claramente en la brecha de 1,5 puntos porcentuales que separa a la tir del Tesoro estadounidense a 10 años de la tir equivalente de los bonos federales alemanes.
Consecuencias
Los expertos señalan tres consecuencias probables para las economías y los inversores. Las dos primeras son un dólar más fuerte y la prolongación de los precios bajos de las materias primas, cuyas repercusiones para las economías de los mercados emergentes se exponen en la siguiente sección.
La tercera es que los tipos de interés estadounidenses seguirán siendo probablemente más bajos de lo que lo serían en otro contexto, y durante más tiempo del que se esperaba. la menor presión inflacionaria y los tipos de interés más bajos deberían ser buenas noticias para la recuperación de Estados Unidos existen algunos posibles riesgos, el más obvio es que el valor del dólar se dispare y las entradas de capital ejerzan una presión al alza excesiva sobre el mercado de renta variable estadounidense.
Tradicionalmente, los expertos han puesto en duda la capacidad de la política monetaria europea para separarse de verdad de la estadounidense, en vista del dominio de los mercados estadounidenses. En esta ocasión, parece que estamos a punto de observar la tendencia opuesta, con los tipos estadounidenses a largo plazo mantenidos excesivamente bajos por la constante demanda global de activos seguros y las políticas divergentes del BCE y el Banco de Japón.