Dentro de los riesgos a considerar en las próximas semanas destacan, sin duda, los políticos, con los resultados del próximo referéndum en Italia, la incertidumbre ligada a las elecciones en EEUU y las declaraciones cruzadas en torno al Brexit. "A éstos se une la situación complicada de algunos bancos europeos, que podría seguir contagiando al […]
Dirigentes Digital
| 06 oct 2016
Dentro de los riesgos a considerar en las próximas semanas destacan, sin duda, los políticos, con los resultados del próximo referéndum en Italia, la incertidumbre ligada a las elecciones en EEUU y las declaraciones cruzadas en torno al Brexit. "A éstos se une la situación complicada de algunos bancos europeos, que podría seguir contagiando al resto del sector, y los diversos pronósticos sobre la próxima subida de tipos de la Fed", indican desde Banca March.
En su último informe de estrategia mensual, los expertos encuentran sitio, sin embargo, para una visión más optimista, incluyendo la posibilidad de enfrentarse a estos desafíos "construyendo una cartera diversificada con exposición a todo tipo de activos, en su justa medida, ya que dentro de cada categoría de activos (monetario, bonos y Bolsa), se pueden encontrar oportunidades".
Para Richard Turnill, Director Mundial de Estrategia de Inversión en BlackRock, la economía mundial podría estarse aproximando a un punto de inflexión a medida que nos adentramos en el cuarto trimestre. "Estamos asistiendo al desarrollo de presiones inflacionistas, sobre todo en Estados Unidos, y existe potencial de sorpresas al alza en cuanto al crecimiento mundial. Este contexto aboga por una exposición selectiva a la deuda corporativa y la renta variable", insisten.
Respecto a las clases de activos, en Banca March consideran que el monetario sigue siendo necesario para limitar la volatilidad, a pesar de que su rentabilidad es casi inexistente y sea necesario complementar los valores seguros con algunos que impliquen algún tipo de riesgo. "Diversificación y baja inflación en España compensan la baja rentabilidad de este segmento", indican.
En renta variable, desde BlackRock consideran que "el elevado nivel de las valoraciones en términos históricos apunta a unas rentabilidades más anémicas de cara al futuro en la mayoría de las clases de activos". Sin embargo, Turnill explica que a los inversores se les sigue remunerando por asumir riesgos en numerosos segmentos de la renta variable y la deuda corporativa, especialmente en vista de la escasa remuneración del riesgo que brinda la deuda pública. "Los activos de riesgo más rentables, como la deuda emergente en divisa local, parecen relativamente atractivos y ofrecen rendimientos similares a los registrados antes del estallido de la crisis", indica.
La baja rentabilidad también hace a los expertos de Banca March ver la renta fija con cautela, también en la deuda corporativa europea, pese a que esta cuenta con el ‘respaldo’ de las compras del BCE. "Su baja rentabilidad, sobre todo en el caso de la deuda de empresas de la calificación más alta, los hace vulnerables a aumentos en la volatilidad. Frente a estas últimas, los bonos de la categoría "high yield" ganan en atractivo, al igual que algunos bonos de países emergentes, sobre todo si se cuida que el mayor riesgo asumido esté bien remunerado y no aumente el riesgo de la cartera total de crédito", coinciden.
Aún así, siguen pensando que la renta variable es el activo con más potencial a medio-largo plazo, aunque reconocen que "no está barata y los resultados empresariales todavía se están viendo afectados por las pérdidas en los sectores de energía, materiales y financieros".
Aquí hacen referencia a otro de los grandes riesgos que podría mover el mercado: en los próximos meses "los inversores estarán más expuestos al evento de subidas en los tipos americanos, riesgo que está puesto en precio solo en parte, y a los eventos políticos que ya hemos mencionado". Dicho lo anterior, una vez que el precio de las materias primas se estabilice, consideran que "tanto los flujos de fondos de vuelta a esos sectores, como la recuperación de la sobretendencia alcista en los resultados empresariales servirán de apoyo".
Por otro lado, insisten en que las Bolsas se siguen beneficiando de una rentabilidad por dividendo atractiva, sobre todo si se compara con la ofrecida por los bonos. "En resumen, el potencial de la renta variable a medio plazo es positivo pero en el corto plazo, continuará expuesta a un aumento de la volatilidad", advierten.