Entre octubre y noviembre, el dólar acumula ganancias superiores al 6%, su mejor racha desde principios de 2015. Un repunte que se asienta sobre una revisión al alza de las perspectivas de inflación y de tipos ante las promesas fiscales y de inversión de Trump. Nuevas previsiones que, al mismo tiempo, han provocado un rápido […]
Dirigentes Digital
| 25 nov 2016
Entre octubre y noviembre, el dólar acumula ganancias superiores al 6%, su mejor racha desde principios de 2015. Un repunte que se asienta sobre una revisión al alza de las perspectivas de inflación y de tipos ante las promesas fiscales y de inversión de Trump. Nuevas previsiones que, al mismo tiempo, han provocado un rápido reposicionamiento inversor, que ha virado a renta variable, con el Dow Jones por encima de los 19.000 por primera vez en su historia, y sectores cíclicos, en detrimentos de deuda y defensivos… Sin embargo, algunos analistas recelan del comportamiento de Wall Street y temen que la escalada del dólar termine haciendo descarrilar al S&P 500, por el impacto negativo que la fortaleza del ‘billete verde’ tiene sobre las ganancias de las multinacionales que dominan este índice. John Higgins, de Capital Economics, no está entre ellos y afirma que el repunte de la divisa puede coexistir con el de la Bolsa neoyorquina, “en las circunstancias adecuadas”. Echa este experto un vistazo a la historia y encuentra cuatro periodos, desde principios de 1970, en los que el dólar se ha apreciado significativamente. El primero, entre 1978 y 1985, fue de descensos para la renta variable, pero, matiza, coincidió con una política monetaria de la Reserva Federal (Fed) muy estricta para atajar la elevada inflación, ante los shocks del petróleo, lo que debilitó a la economía. “Estados Unidos sufrió dos recesiones en ese tiempo. El contexto económico fue, por tanto, negativo para las acciones”. También entre abril de 2008 y marzo de 2009, el dólar se fortaleció, aunque el banco central estadounidense era muy acomodaticio. En este caso, apunta, la escalada del ‘billete verde’ se asentó sobre su papel de ‘refugio seguro’ ante la Gran Recesión, que también provocó una huida de los activos de riesgo y, por ende, ‘descensos’ en Wall Street. Ahora bien, entre julio de 1995 y febrero de 2002, a pesar de que la política de la Fed era poco favorable para la moneda norteamericana, fue un momento en el que la economía del país en general estaba muy fuerte y también la renta variable. “En cuanto a este último periodo, desde julio de 2011, pero especialmente desde mediados de 2014, el ascenso del dólar parece impulsado por las expectativas de banco central más ‘estricto’, en un contexto de mejora de la actividad en Estados Unidos. Un periodo en el que Wall Street ha subido también…”, explica. Esto es, una combinación “más próxima a 1995-2002 que a los otros dos espacios temporales”. Con todo, el analista detalla que su punto de vista es que “el S&P 500 tendrá cada vez más difícil avanzar a medida que el ‘billete verde’ continúe fortaleciéndose y presionando los márgenes de beneficio”. Aún así, prevén que el índice cierre 2017 en los 2.300 puntos, lo que supone un incremento del 4% con respecto a los precios actuales, “debido a que esperamos que la economía continuará comportándose bien”, especialmente si tenemos en cuenta los estímulos que debería implementar Trump.