Han pasado ya seis años desde que Abante Consejeros Financieros Independientes se registrase en la CNMV como la primera EAFI del mercado nacional. Una industria que se ha hecho un hueco firme en el mercado y ya asesora un volumen de patrimonio de unos 21.370 millones de euros. En este contexto de crecimiento, los profesionales […]
Dirigentes Digital
| 28 abr 2015
Han pasado ya seis años desde que Abante Consejeros Financieros Independientes se registrase en la CNMV como la primera EAFI del mercado nacional. Una industria que se ha hecho un hueco firme en el mercado y ya asesora un volumen de patrimonio de unos 21.370 millones de euros.
En este contexto de crecimiento, los profesionales del sector se han dado cita en una nueva edición del Foro Gestores Patrimoniales y Agentes Financieros organizado por iiR Spain en Madrid, el único dedicado exclusivamente a la industria del asesoramiento no bancario desarrollado por redes agenciales y empresas de asesoría financiera independiente.
Lleva meses sobre la mesa. Pero la llegada y el impacto de MiFID II se ha convertido en el centro de debate de una industria que observa con preocupación lo complicado que es emprender la actividad de asesoramiento ante la cantidad de requisitos exigidos. Una avalancha regulatoria que sin duda impactará de lleno en los costes de las entidades, que a partir de ahora deberán decidir qué modelo adoptar ante el fin de las retrocesiones en la gestión discrecional y en el asesoramiento independiente.
Durante el evento, que contó con el patrocinio de Andbank Private Bankers, Société Générale y BNP Paribas Investment Partners, Carlos García, presidente de Aseafi, advirtió que "las EAFIs estamos asistiendo a un tsunami regulatorio que exige una adaptación tremenda, en un país que ha basado el asesoramiento financiero en la distribución". A su juicio, el reto fundamental es la compleja adaptación a una norma que resulta desproporcionada frente al tamaño de estas entidades.
Albert Ricart, socio C&R Investment Financial Advisor EAFI, explica que "de media, se puede decir que una EAFI es una micropyme que factura 271.285 euros y gana 43.437 euros". La firma ha elaborado un estudio sobre el sector en el que se pone de manifiesto la preocupación sobre el exceso de regulación y requisitos formales a los que está sometido. "Ello está suponiendo un freno a la expansión de esta figura, y generando unos costes y un consumo de tiempo que pone en peligro su propia viabilidad", advierten desde la entidad.
En el mismo sentido se pronuncia David Gasso, presidente del consejo general de Economistas, quien explica que "al no poder contar con agentes, el trabajo para atraer clientes y clasificarlos lo tiene que hacer la propia EAFI, así como elaborar los perfiles de riesgo, conocer los instrumentos, las recomendaciones, etc". Una labor que lleva tiempo y que requerirá de mayores medios materiales y humanos. "Los requisitos formales y normativos no han parado de aumentar, y con ellos la necesidad de disponer de actividades complementarias a las estrictamente ligadas al asesoramiento, como las auditorías de cuentas, auditar blanqueo de capitales, los reportes a la CNMV, etc. Y todo sin importar si la EAFI está formada por un solo socio o por cien", explica Gasso, advirtiendo que todas aquellas entidades que no tengan un plan de negocio que permita un gran crecimiento "verán como al cabo de poco tiempo los costes superan los ingresos y será muy difícil continuar".
Objetivo: conseguir la proporcionalidad
A su juicio, el concepto de proporcionalidad de la normativa queda en entredicho en este contexto, también en las tasas impuestas al sector por parte de la CNMV. "Por el lado de las tasas, estas ascienden al 0,047% sobre ingresos brutos y a 0,47 euros por cliente", explica Gasso. Pero el problema es que los reguladores pusieron un mínimo, "que hace que esas tasas sean proporcionales solo cuando la EAFI factura más de 750.000 euros". Con datos de 2013, solo existían cuatro EAFIs en España que superasen esa cifra. Lo mismo ocurre con la tasa de clientes, "que fija una cuota mínima para la que haría falta tener 1.800 clientes para que fuera proporcional". La media de clientes por Eafis actual es de 32.
Según explican desde C&R, El cobro de tasas por cliente puede motivar que las EAFIs prescindan de dar asesoramiento al cliente minorista de menor patrimonio, dado que el coste medio por cliente en el caso de menos de 25 clientes supone una merma muy importante del ingreso medio que se puede obtener. "Esto podría llevar a la contradicción de que el cliente que necesita más el asesoramiento se vea expulsado del mismo por razones económicas de viabilidad empresarial. Según la información estadística de la CNMV, los clientes minoristas de menos de 600.000 euros de patrimonio suponen el 68,5% del total de clientes asesorados por Eafis.
En este complicado contexto, desde Aseafi mantienen sus tradicionales exigencias a la CNMV, conscientes del papel protagonista que debe jugar el asesor financiero tras años de escándalos y desconfianza por parte de los clientes durante la crisis. El presidente de la asociación insiste en la necesidad de aplicar de forma proporcional la normativa MiFID II. "No es lo mismo una EAFI con 20 empleados que una con una persona física, que es imposible que haga todo lo que le piden en términos regulatorios", explica Carlos García.
La importancia de la red de agentes
La segunda reivindicación que expresa es la necesidad de cambiar la norma para que las EAFIs puedan contar con agentes, con una figura similar a la que ya cuentan entidades financieras que poseen su propia red de profesionales, permitiéndoles llegar incluso allí donde no tienen presencia física. Horacio Encabo, responsable de Eafis de Andbank España, añade al problema de la excesiva regulación un reto más para el sector: el crecimiento, en el sentido en el que pueda llegar a un punto de saturación en el que solo quedan dos vías: "crecer en estructura propia incorporando gente en el equipo o vehiculizar el asesoramiento".
Desde la industria llaman también a realizar una labor de divulgación, no solo con el cliente, sino como fórmula para futuras asociaciones con agentes y otras entidades financieras. "Muchos bancos no saben aún ni qué es una EAFI ni cómo pueden trabajar con nosotros", explica Carlos García. Para Íñigo Susaeta Córdoba, socio director de Arcano Family Office, la industria debe entender que "ni la EAFI le quita el sitio al banco, ni es su enemigo. Cada uno tiene su espacio, y lo que hay que hacer es buscar un encaje para aportar al mercado sin que la regulación lo estrangule".
El experto asegura que también "hay que hacer una labor didáctica para que el cliente sepa qué es lo que paga a cada parte de la cadena de asesoramiento", en un contexto en el que las entidades deben hacer al cliente español que el asesoramiento es un servicio por el que debe pagar.