El portavoz del presidente, Josh Earnest, ha anunciado que la Casa Blanca firmará antes de que termine semana un nuevo paquete de medidas contra Rusia al no retirarse de Ucrania. Además, de las sanciones que no ha detallado, suministrará armas y asistencia a Kiev.
El movimiento de Estados Unidos se produce en mitad de la mayor crisis financiera de Rusia de los últimos años provocada por el desplome del precio del petróleo. El martes de madrugada, el Banco Central de Rusia ha elevado los tipos de interés al 17% a la desesperada para evitar la caída en picado del rublo y la huida de capital. Aunque en un primer momento, parecía funcionar, la divisa rusa se ha venido abajo otro 25%.
El petróleo está poniendo contra las cuerdas a uno de los principales exportadores del oro negro. El nuevo descenso de la cotización, que ha roto el umbral de los 59 dólares el barril, en niveles de 2009, ha llevado al rublo de nuevo a una espiral bajista. Marca nuevos mínimos históricos al descender hasta los 78,8 por euro y los 63,4 por dólar poco antes del cierre de la bolsa moscovita, que se deja un 15%.
La moneda rusa se ha depreciado un 88 % con respecto al dólar desde principios de año. En la última crisis económica que duró del 2000 al 2009, la divisa se devaluó un 57%.
Las nuevas sanciones pueden dar la puntilla a un país que ahora mismo está en el alambre. Todavía se mantiene el bloqueo de buena parte del comercio entre Rusia, EEUU y la Unión Europea por la incursión de tropas rusas en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk. La situación económica se puede agravar aún más.
Algunos expertos ya comienzan hablar de riesgo de impago de la deuda.