Janet Yellen se ha marcado la tarea de retomar el ciclo económico de ajuste monetario tan pronto como las cifras de crecimiento del país lo permitan. Como explicó la presidenta de la Fed en su última reunión, el organismo "continúa esperando que mejore aún más el mercado de trabajo". Los últimos datos de empleo del […]
Dirigentes Digital
| 10 jun 2016
Janet Yellen se ha marcado la tarea de retomar el ciclo económico de ajuste monetario tan pronto como las cifras de crecimiento del país lo permitan. Como explicó la presidenta de la Fed en su última reunión, el organismo "continúa esperando que mejore aún más el mercado de trabajo". Los últimos datos de empleo del país, publicados al principio de la semana, dejan entrever que tendrán que seguir esperando.
La economía norteamericana ha creado 38.000 puestos de trabajo en mayo, el ritmo más bajo desde 2010. Aun así, la tasa de paro se ha reducido hasta el 4,7% desde el 5%, mientras que el salario por hora trabajada repunta un 0,2% (2,5% en el acumulado de los últimos 12 meses). El consenso esperaba 160.000 nuevos empleos (aunque la horquilla de perspectivas era amplia, desde los 140.000 hasta los 190.000). Según Capital Economics, esta cifra significa que es "poco probable que la Fed suba tipos en junio". Además, para los expertos, haría falta un rebote claro en la cifra de empleos de junio y que Reino Unido vote en contra del Brexit para que se suban en julio.
Por su parte, Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Fréres Gestión, cree que "las huelgas de Verizon han afectado a la cifra de creación de empleo que se situaría cerca de 60.000 sin este acontecimiento". Para el economista de Lazard, la otra ‘cara de la moneda’ son las inscripciones semanales al paro, que han mejorado en las dos últimas semanas, así como las buenas cifras del mercado inmobiliario. Para Lazard Fréres Gestión, "el país no corre un peligro real de entrar en recesión".
Según el Departamento de Comercio, el Producto Interior Bruto (PIB) del país avanzó a un ritmo anual del 1% en el cuarto trimestre del año pasado y el crecimiento acumulado en todo el año quedó en el 2,4 %, la misma cifra que en 2014. De hecho, la economía estadounidense no ha crecido por encima del 3% anual desde 2005, lo que arroja dudas sobre la solidez de la recuperación. Además, el PIB de la primera economía del mundo creció un 0,8% en tasa anualizada durante el primer trimestre del año.
Lo cierto es que las presiones inflacionistas continúan aumentando mientras el deflactor de consumo privado, o PCE, la medida de precios más vigilada por la Fed, ha ascendido un 0,3% en mayo. De hecho, Capital Economics espera que alcance el 2% a finales del año. Con esto coincide Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión de BlackRock, que destaca que el IPC estadounidense de abril registró su mayor aumento desde febrero de 2013.
La fortaleza del consumo estadounidense también ha sido destacada por Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac. Para Saint-Georges, aunque Estados Unidos muestra un perfil de crecimiento relativamente envidiable gracias a la fortaleza del consumo, un análisis exhaustivo deja entrever que el consumo no progresa desde hace un año, lo que ha mermado la riqueza de los hogares estadounidenses. "A esta debilidad se suma el repunte de los precios de la energía y los alquileres", afirma el experto, para quien el uso de la capacidad de producción de EEUU se reduce desde hace un año, el número de permisos de construcción desciende desde principios de 2016 y la incertidumbre cada vez mayor en torno al resultado de las elecciones presidenciales "amenaza con penalizar la inversión en el segundo trimestre".
El último revés al crecimiento del país ha venido de la mano del Centro Mundial de la Competitividad, en cuyo ránking Estados Unidos ya no aparece como el país más competitivo del mundo. El poderío económico del país ya no basta para mantenerlo en la cumbre de la competitividad mundial, donde ha estado los últimos tres años. Este ránking es elaborado en función del análisis de 340 criterios que se derivan de cuatro factores: desempeño económico, infraestructura física e intangible (educación y sistemas de salud), así como eficiencia gubernamental y empresarial. Además, se valoran las repuestas de 5.400 ejecutivos y personas de negocios a los que se pide evaluar a sus propios países.
Estados Unidos estaría según los expertos muy lejos de entrar en recesión, pero lo cierto es que el consenso de los analistas es que junio es muy pronto para subir los tipos de interés, aunque Yellen tendrá que hacerlo "mucho más rápidamente de lo que espera el mercado", explica Capital Economics. Julio o septiembre son las fechas por las que apuestas los expertos, ¿dará la campanada la Fed?