Los países participantes han acordado fomentar el intercambio de información, las condiciones accesibles de financiamiento, la promoción de prácticas transparentes, y el desarrollo de las energías solar y eólica, entre otras formas renovables. En este foro, celebrado la semana pasada, Estados Unidos ha visto la oportunidad para que los países caribeños, importadores de petróleo, busquen […]
Dirigentes Digital
| 01 feb 2015
Los países participantes han acordado fomentar el intercambio de información, las condiciones accesibles de financiamiento, la promoción de prácticas transparentes, y el desarrollo de las energías solar y eólica, entre otras formas renovables.
En este foro, celebrado la semana pasada, Estados Unidos ha visto la oportunidad para que los países caribeños, importadores de petróleo, busquen fuentes alternativas de energía. Amos Hochstein, enviado especial para Recursos Naturales del Departamento de Estado, afirmó que "con los precios del petróleo por debajo de 50 dólares este es el momento perfecto para poder crear un nuevo paradigma de energía en la región. Las alternativas (al petróleo) no son caras, y los gobiernos tienen un espacio en el presupuesto para invertir en nueva tecnología e infraestructura". De cumplirse las intenciones norteamericanas, estos países disminuirían su dependencia energética de Venezuela, que abastece de petróleo subvencionado a muchos países de la región en el marco de su iniciativa Petrocaribe, puesta en marcha por el ex presidente Hugo Chávez.
Según el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, los precios del petróleo van a permanecer relativamente bajos, por debajo de los $50 el barril, en los próximos años, precios que han caído casi un 60% desde el pasado mes de junio debido a un exceso de la oferta. "Los países del Caribe tienen una oportunidad de suministro de energía más resistente, más sustentable y más accesible de lo que nunca han tenido", aseguró Biden.
A la cumbre han asistido, además de los líderes de la región caribeña, funcionarios de Estados Unidos, representantes de la Unión Europea, la ONU y agencias crediticias internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Obama quiere limitar las perforaciones en Alaska
Al mismo tiempo que Biden estaba en sentando las bases de este mecanismo de seguridad energética, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciaba su intención de promover una ley que transforme una gran parte del estado de Alaska (cinco millones de hectáreas) en refugio de vida silvestre, el nivel más alto de protección medioambiental que puede conceder el gobierno federal. Esta medida protegería la zona de perforaciones o construcción de cualquier tipo de infraestructuras en una de las zonas más ricas del estado en combustibles fósiles.
La medida supone la primera de una seria de decisiones que el Departamento del Interior tomará en los próximos días y que, sin duda, afectarán a la industria del petróleo y el gas, entre ellas prohibir perforaciones en parte de las aguas del Océano Ártico. También se considera la posibilidad de aumentar los límites en la producción de petróleo y gas en parte de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska.
Una vez más, la autoridad ejecutiva del presidente Obama se ha puesto sobre la mesa para marcar nuevos pasos en su agenda antes de que agote la legislatura. El Congreso es el único que puede crear un "refugio de vida silvestre", pero una vez que el gobierno federal identifica un lugar para esa designación, éste recibe el mayor nivel de protección hasta que el Congreso actúe o una futura administración adopte medidas diferentes. Los Republicanos, que controlan el Congreso estadounidense, no comparten la visión medioambiental del presidente. La senadora republicana de Alaska, Lisa Murkowski, ha calificado la propuesta como un ataque a la economía del estado y asegura que hará todo lo que esté en su mano para impedirlo.