La salida de Reino Unido de la Unión Europea supone una mezcla compleja de retos y oportunidades. A las incertidumbre sobre el futuro de la integración comunitaria, se contrapone la previsible mudanza de compañías internacionales con sede en suelo inglés a otras plazas europeas, donde podrán seguir operando bajo las directrices del mercado común. España, […]
Dirigentes Digital
| 26 jun 2017
La salida de Reino Unido de la Unión Europea supone una mezcla compleja de retos y oportunidades. A las incertidumbre sobre el futuro de la integración comunitaria, se contrapone la previsible mudanza de compañías internacionales con sede en suelo inglés a otras plazas europeas, donde podrán seguir operando bajo las directrices del mercado común. España, y en concreto su capital Madrid, se han postulado como firmes candidatos para acoger a dichas multinacionales. El posible impacto que tendría este ambicioso plan se ha recogido en un informe titulado ‘La oportunidad Brexit. Impacto económico en España de la atracción de empresas afectadas por el Brexit’, elaborado por la consultora PwC para la Junta de Compensación de Valdebebas. Según los diferentes escenarios analizados, el impacto sobre la riqueza nacional generado por la potencial llegada de estas empresas representaría un incremento anual del PIB de entre 1.300 y 3.600 millones de euros (entre un 0,12% y un 0,32% del PIB actual). Este incremento proviene del impacto directo de estos negocios (actividad), indirecto (proveedores), y se produciría de forma permanente mientras mantuvieran su sede en suelo español. El documento también señala que el número de empleos en riesgos de relocalización que podrían ser atraidos a España oscilaría entre los 5.400 y los 13.900, sobre todo en los sectores financiero, tecnológico, farmacéutico, automoción y aeroespacial. Además, los incentivos para atraer empresas podían incrementar esta cifra hasta los 20.000 o incluso 53.000 nuevos empleos, según los escenarios (hard o soft Brexit), lo que representa entre un 0,11% y un 0,29% del total de ocupados en 2016. En la misma línea, la mayor actividad económica y la mejora del mercado laboral tendrían una contribución directa a las arcas del Estado de entre 430 y 1.450 millones de euros, lo que equivale al 58% del gasto presupuestario en Educación en el ejercicio pasado. Por otro lado, a los impactos directos derivados de estas llegadas, se suman una serie de impactos puntuales como; la construcción de oficinas y la ejecución o ampliación de infraestructuras industriales. En este sentido, según las estimaciones, el PIB se incrementaría paralelamente en un margen de entre 590 y 1.250 millones de euros, se crearían entre 12.800 y 27.200 empleos adicionales, además de entre 200 y 430 millones ‘extra’ de recaudación fiscal. Madrid es la principal candidata en España para acoger a estas multinacionales al ser el mayor centro de negocios del país. La capital está considerada como un puente entre Europa y Latinoamérica y un centro logístico con infraestructuras de máxima calidad. Su entorno fiscal favorable para las empresas y trabajadores migrantes, junto a la alta calidad de su sistema educativo (segundo país con más escuelas internacionales), su carácter cosmopolita y su competitividad a nivel de bienestar y precios son sus principales puntos fuertes. “Madrid es una candidata con alto potencial, es una de las capitales europeas y la puerta de entrada a Latinoamérica, además de una plataforma logística. Sin embargo, es necesaria la colaboración público privada para hacer más atractivo el marco regulatorio y fiscal“, ha señalado Jordi Esteve, director de Strategy de PwC. Entre las plazas europeas que competirán para ser la alternativa a Londres se encuentran; la alemana Frankfurt, la irlandesa Dublín, la francesa París y la holandesa Amsterdam. Sin embargo, fuera de las encuestas se aprecia un potencial competidor como centro de inversión: el propio Reino Unido. “El propio Reino Unido será el mayor competidor para atraer a las empresas tras el Brexit, aunque no salga en los rankings”, ha añadido.