La decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea podría afectar gravemente a uno de los buques insignia de su economía: el mercado inmobiliario. Las previsiones de que la primera ministra Theresa May active en marzo el artículo 50 del Tratado de Lisboa tienen al país sumido en la incertidumbre sobre cuáles serán las […]
Dirigentes Digital
| 30 dic 2016
La decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea podría afectar gravemente a uno de los buques insignia de su economía: el mercado inmobiliario. Las previsiones de que la primera ministra Theresa May active en marzo el artículo 50 del Tratado de Lisboa tienen al país sumido en la incertidumbre sobre cuáles serán las consecuencias económicas de esta decisión. Hasta ahora el mercado de la vivienda ha mantenido el tipo desde que se celebrara el referéndum, con alzas del 7% en los precios de octubre. Pero las previsiones locales no son tan optimistas de cara a 2017, donde la desaceleración del sector se da por descontada. El precio de los pisos en Reino Unido crecerá en torno a un 1% y un 4% el próximo año según las previsiones de Halifax, un amplio rango de variación que se justifica por el “anormal grado de incertidumbre” en la economía. La ralentización en la evolución del mercado inmobiliario viene explicada por las previsiones de un menor crecimiento macro que podría reflejarse en incrementos del paro y por lo tanto en descensos del poder adquisitivo, lo que curvaría la demanda de viviendas a la inversa. Sin embargo, las ventas podrían encontrar cierto soporte en el hecho de que el mercado no está sobresaturado, Tanto el número de propiedades como los intereses hipotecarios han registrado descensos en el último año, lo que podría facilitar la reactivación de los activos en venta. Londres: el foco de incertidumbre Pero más allá de las previsiones, el descenso de los precios en el mercado inmobiliario londinense es una realidad. El valor de la vivienda de lujo en algunos de los barrios más exclusivos de la city han caído hasta un 10% en lo que va de año, con vistas a que sigan descendiendo hasta un 5% en 2017, según el operador Rightmove. Es la primera vez que el sector da muestras de contraerse en la capital británica: los precios de la vivienda en Londres crecieron un 3,7% en 2016, frente al ascenso del 12,2% del año anterior. El incremento de los impuestos relativos a las propiedades (stamp duty) es otra de las causas que podrían frenar el crecimiento del mercado.