La crisis económica en la Eurozona tuvo un efecto colateral sobre las deudas soberanas de sus estados miembros, las cuales se dispararon en cuestión de meses e incluso llevaron a algunos al colapso (Grecia). Junto a ellas creció la incertidumbre en torno a la sostenibilidad financiera de los países (riesgo país), lo que se reflejó en […]
Dirigentes Digital
| 20 jul 2017
La crisis económica en la Eurozona tuvo un efecto colateral sobre las deudas soberanas de sus estados miembros, las cuales se dispararon en cuestión de meses e incluso llevaron a algunos al colapso (Grecia). Junto a ellas creció la incertidumbre en torno a la sostenibilidad financiera de los países (riesgo país), lo que se reflejó en máximos históricos en las primas de riesgo soberanas (diferencia entre la rentabilidad del bono a 10 años del país y la del bund alemán). Sin embargo, desde 2012 la percepción de peligro en la moneda común ha descendido de manera notable, con la excepción de algunos focos locales con problemas de solvencia particulares. La evolución del índice refleja un fuerte descenso a partir de 2012, coincidiendo con la rueda de prensa en la que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, señaló que haría todo lo necesario para mantener el euro. Las posteriores medidas ‘no convencionales’ han propiciado un entorno de tipos a la baja y de estabilidad en los mercados que han mantenido el diferencial a mínimos, con un leve ascenso en vísperas de las elecciones francesas. Entre los casos de éxito cabe destacar el de España que, a pesar de ser el el país de la OCDE que más incrementó su deuda durante los años de crisis (entre 2007-2015 en 75,12 puntos del PIB), también ha experimentado la mayor variación a la baja respecto a los tipos soberanos de su deuda a 10 años en comparación a países vecinos del sur de Europa. La evolución de los tipos se explica fundamentalmente por factores comunes (política monetaria en la Eurozona) y por factores ideosincráticos (percepción riesgo país). La diferencia de España con estados como Italia o Potugal, cuyas variaciones desde 2012 han sido más modestas, se debe a que su recuperación ha estado estrechamente asociada a factores comunes y más desligada en los últimos años del riesgo país, según señala CaixaBank Research en su último informe sobre la deuda soberana europea. A la menor percepción de riesgo, desde que se descartara en 2012 el rescate a España, se unen también las mejores previsiones económicas y la recuperación de la actividad. Tanto el Gobierno como los principales organismos y entidades nacionales e internaciones (Banco de España, FMI, Funcas) sitúan el crecimiento español por encima del 3% para 2017.