La entrada en escena de una posible salida de Reino Unido en la Unión Europea (UE), el conocido como Brexit, tras el referéndum de este mismo mes de junio, añade una incertidumbre más a la inversión en el Viejo Continente. Inestabilidad que se suma a las dudas en torno al crecimiento global, la posibilidad de […]
Dirigentes Digital
| 29 feb 2016
La entrada en escena de una posible salida de Reino Unido en la Unión Europea (UE), el conocido como Brexit, tras el referéndum de este mismo mes de junio, añade una incertidumbre más a la inversión en el Viejo Continente. Inestabilidad que se suma a las dudas en torno al crecimiento global, la posibilidad de que la autoridad monetaria de la Zona Euro decepcione con sus medidas y los crecientes interrogantes sobre el sector financiero de la región.
Sin embargo, una y otra vez, analistas y gestores recuerdan que Europa está en mucha mejor forma para afrontar cualquier shock; que esto no es 2008, ni si quiera 2011-2012 cuando Grecia se asomó por primera vez al precipicio y estalló la crisis de deuda; y, sobre todo, que no olvidemos las palabras del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, cuando dijo que "haremos todo lo que sea necesario para salvar al euro, y creanme será suficiente".
En este contexto, los analistas de Barclays añaden además otro factor de apoyo, que les lleva a "mantener nuestra perspectiva positiva para las Bolsas de aquí a final de año" y no es otro que unos resultados mejores de lo que el consenso espera.
"Las valoraciones se encuentran muy por debajo de su media de largo plazo, pero todavía no están lo suficientemente baratas como para descontar una recesión total en las ganancias. Aunque la probabilidad de este extremo ha aumentado, todavía es baja", explican.
Destacan que "tanto el sentimiento como el posicionamiento se encuentran en niveles muy deprimidos, por lo que unas cuentas que batan las expectativas serán clave para los retornos de aquí en adelante". Ahora mismo, las estimaciones de beneficio están en su segundo nivel más bajo desde 1998, pero la firma británica cree que los ingresos subirán un 3% y los beneficios un 12%. "La fijación de precios parece estar mejorando, lo que sugiere también una mejora de la rentabilidad", añaden.
En cuanto al posicionamiento, señalan que las acciones value son atractivas, pues la prima pagada por la calidad se encuentra en máximos históricos. Es más, apostillan, compañías value con un buen momentum de ingresos que ayudarán a reducir las "trampas de valor". También son baratas las empresas de alto crecimiento.
Por sectores, "el rendimiento de los cíclicos frente al de los defensivos se sitúa en mínimos de 2009. Sobreponderamos consumo discrecional, finanzas, indutria, tecnología y telecomunicaciones. Mientras, infraponderamos artículos de primera necesidad, salud, materiales y utilities".