Tras años de provisiones, recorte de dividendos, ajuste de plantillas y ampliaciones de capital, el sector financiero europeo se enfrenta a nuevas exigencias regulatorias para recapitalizarse. El BCE está obsesionado con que las entidades financieras sean lo suficientemente solventes para evitar quiebras como ocurrió cuando estalló la crisis financiera. Para evitarlo se ha instaurado la […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2015
Tras años de provisiones, recorte de dividendos, ajuste de plantillas y ampliaciones de capital, el sector financiero europeo se enfrenta a nuevas exigencias regulatorias para recapitalizarse. El BCE está obsesionado con que las entidades financieras sean lo suficientemente solventes para evitar quiebras como ocurrió cuando estalló la crisis financiera. Para evitarlo se ha instaurado la Unión Bancaria, donde los principales bancos de cada país han pasado bajo la supervisión de Frankfurt, que implicará una armonización de criterios para medir el capital de cada entidad.
Hasta ahora cada uno de los 19 países aplicaban sus propias normas para calcular el capital de forma diferente con lo que las pruebas de resistencia a las que han sido sometido los bancos europeos en los últimos años quedaba distorsionada. El banco de inversión JP Morgan ha realizado un ejercicio sometiendo a los 35 bancos europeos más grandes bajo los nuevos requisitos del BCE. La firma cree que el ratio de capital principal, conocido en la jerga financiera Fully-loaded CET1, se verá reducido en cada entidad 1,5 puntos en 2018, lo que equivale 137.000 millones de euros en forma de capital para el conjunto de entidades.
Los expertos apuntan que los principales bancos europeos necesitarán de 26.400 millones de capital adicional para cumplir con el ratio mínimo de solvencia del 10%. Entre las entidades más perjudicas se encuentra Santander. JP Morgan calcula que los cambios regulatorios tendrá un impacto negativo en el capital de 5.500 millones, la segunda entidad de las 35 con una mayor necesidad de liquidez solo por detrás de Credit Agricole (casi 7.000 millones).
El informe indica que el banco presidido por Ana Botín no le queda más remedio que ajustar el balance en 30.600 millones y reducir dividendos en 1.500 millones durante los dos próximos ejercicios, si quiere evitar una nueva ampliación de capital. Este año, Santander ya realizó una ampliación de capital de 7.500 millones y redujo el dividendo para reforzar su balance.
Necesidades de capital para BBVA
JP Morgan también alerta sobre BBVA. El banco dirigido por Francisco González también se verá afectado por los cambios regulatorios. La firma lo sitúa entre los diez bancos europeos con mayores necesidades de capital, en concreto se sitúa en la octava posición con 872 millones. No obstante, subraya que el verdadero problema se sitúa en las entidades cuyo déficit en los próximos años supera el 5% de la capitalización bursátil, un criterio que salva a BBVA.
Los bancos europeos que deberán reducir su balance, recortar dividendo o ampliar capital son Crédit Agricole, Société Générale, Natixis, y UniCredit, junto a Santander.
Riesgo de no computar los DTA
El informe también pone el dedo en la llaga en uno de los escenarios que más preocupa a los bancos españoles. La Comisión Europea está valorando si los DTA (activos fiscales que son computados como capital de máxima calidad al descontarse de futuros pagos de impuestos) se tratan de ayuda ilegal del Estado. La firma considera que el BCE los computará como capital como ya permitió en anteriores pruebas de resistencia, pero si se produce un cambio de criterio las necesidades de liquidez se dispararán en 8.000 y 7.000 millones respectivamente.