Durante la semana pasada vimos como el BCE disipó de un plumazo las dudas existentes sobre los diferentes problemas que estaban centralizando la atención de los inversores, principalmente el tema Grecia, sobre todo viendo como Varoufakis de nuevo insinuaba un posible default de Grecia el próximo 5 de junio. Cada vez son más las voces […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Durante la semana pasada vimos como el BCE disipó de un plumazo las dudas existentes sobre los diferentes problemas que estaban centralizando la atención de los inversores, principalmente el tema Grecia, sobre todo viendo como Varoufakis de nuevo insinuaba un posible default de Grecia el próximo 5 de junio.
Cada vez son más las voces que se preguntan qué cantidad de capital le queda a Grecia para hacer frente a sus pagos y si a ello le sumamos frases tan demoledoras como las de Wolfgang Schäuble, que insinuaba que los bancos griegos podían entrar en bancarrota, todo hace pensar que el tema va para largo y que según vaya pasando el tiempo la situación se agravará de no haber una aproximación entre las partes.
La fórmula perfecta para apaciguar la volatilidad ha venido por parte del BCE, que se ha adelantado a los posibles acontecimientos que se sucedan en verano, – que por las previsiones estimadas será movido-, adelantando una noticia de vital importancia: el ajuste de compras en meses de verano, en los que nos encontramos con una menor liquidez.
Las estimaciones por parte de Coeure es esperar que el BCE acelere las compras hasta un ritmo de 70 billones de euros en los meses de mayo, junio y septiembre. Los meses de julio y agosto compró sólo a un ritmo de 45 billones de euros. Este movimiento es totalmente lógico ya que las emisiones de bonos en dichos meses son mucho menores, y lo que no querría el BCE es presionar al alza el precio de los bonos y a la baja las rentabilidades de los mismos.
Se trataría de llegar a una estabilidad mirando la estacionalidad del mercado, pero sin modificar de manera cuantitativa el resultado que se tiene como objetivo anual.
El mes de mayo el objetivo llegaría a los 70 billones de euros y en junio iría a un ritmo de 3,3 billones de euros en las diferentes sesiones que tiene dicho mes, consiguiendo un objetivo similar al del mes anterior. En los meses de rebaja la compra diaria seria de 2 billones.
El programa de compras todavía no está definido al 100%, pues no se sabe si se irá reduciendo paulatinamente la compra y si se finalizará el plan de actuación en la fecha estimada, que sería septiembre de 2016.
El objetivo principal sigue siendo la inflación y las previsiones del BCE son optimistas en términos de poder finalizar las políticas de estímulos en las fechas establecidas, pero debemos de ir comprobando el impacto que tienen dichas políticas según vayan marcando los datos macroeconómicos. La experiencia nos dice que las políticas de este estilo, independientemente de la zona geográfica en la que se han producido, se han tenido que dilatar de una manera más prolongada de lo habitual en el tiempo, ya que el impacto esperado ha quedado por debajo de las previsiones que se estimaban por los diferentes bancos centrales.
Jorge López es analista de XTB.