La asistencia de la autoridad monetaria a las entidades financieras helenas ha incrementado en 900 millones de euros y el banquero italiano ha cifrado en 130.000 millones de euros la exposición total el BCE a Grecia. Asimismo, aunque se ha mostrado confiado en la recuperación, también ha dejado claro que siguen vigilantes y dispuestos a […]
Dirigentes Digital
| 16 jul 2015
La asistencia de la autoridad monetaria a las entidades financieras helenas ha incrementado en 900 millones de euros y el banquero italiano ha cifrado en 130.000 millones de euros la exposición total el BCE a Grecia.
Asimismo, aunque se ha mostrado confiado en la recuperación, también ha dejado claro que siguen vigilantes y dispuestos a actuar cuando sea necesario. "Utilizaremos todas las herramientas disponibles", ha afirmado, si observamos que se produce un ajuste injustificado en las condiciones monetarias de la Zona Euro.
Con todo, ha querido dejar claro que sus medidas de estímulo están contribuyendo al crecimiento económico y a la mejora de los mercados de crédito. Asimismo, ha señalado que la plena aplicación de las mismas llevará a los precios a la "meta" del 2%.
Qué esperaban los expertos
"Sin un incremento significativo del ELA, Grecia no tiene manera alguna de abrir sus bancos mientras permanezca dentro de la Zona Euro", afirmaba el reputado inversor Mohamed El-Erian. "En pocas palabras, el BCE tendrá dificultades para ir en contra de los Gobiernos de la región (que han acordado su permanencias con el principio de acuerdo para el tercer rescates), ya que de hacerlo se iría al traste toda esta historia. En este sentido, es probable que se aumente la liquidez de emergencia, sin embargo, puede ser un incremento" más duro de lo acostumbrado, concluía.
Por su parte, Johannes Gareis, economista de Natixis, explicaba que tratará de no ‘meterse en lo profundo del fango griego’, con el fin de evitar dar un punto de vista político (…) podría hacer alguna alusión a una subida del ELA siempre que se cumplan las condiciones necesaria que permitan a Atenas y sus acreedores iniciar las conversaciones para el nuevo programa de ayudas".
Draghi, sin duda, afirnaban desde Capital Economics, será interrogado también sobre otros temas relacionados con Grecia, incluyendo cuando el BCE restablecerá sus préstamos ordinarios a las entidades helenas, si los beneficios de los bonos gubernamentales del país se transferirán pronto a Atenas y cuál es el papel que podrían desempeñar en una reestructuración o quita de la deuda. "Esperamos que ‘no se moje’ y simplemente destaque la necesidad de que el plan de rescate se finaliza y aplique antes de realizar cualquier otra concesión. Por otra parte, no dudará en reiterar que la autoridad monetaria tiene intención de implementar su QE en su totalidad y, quizá, aumentarlo", destacaban.
Bank of America Merrill Lynch creía que el tono de Draghi seguirá siendo "muy acomodaticio" (dovish), pues además de las ajustadas condiciones monetarias (claramente no deseadas) y Grecia, ahora los riesgos en torno a China se suman a este sesgo. Con todo, reconocían que los datos económicos de la región siguen siendo fuertes y los datos de inflación se están comportando como el BCE espera.
"Seguimos alcistas sobre las tasas en general, con el balance negativo de emisiones probablemente siendo soportado por el tono dovish del presidente del BCE. Los grandes saldos de efectivo que parecen estar construyéndose globalmente también podrían ayudar a la vía constructiva, sobre todo de cara a un periodo estacional de bajas emisiones soberanas. En lo que respecta a las divisas, esperamos un impacto limitado de Grecia en el euro, colocándose el énfasis en los fundamentales una vez más", concluía la firma estadounidense.