Nuevos correos electrónicos solicitados por la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), acusación en el caso Bankia, demuestran que el Banco de España ignoró las advertencias de José Antonio Casaus, entonces jefe de Inspección de Caja Madrid (y después de Bankia). Ya en abril y mayo de 2011, Casaus advertía, según los correos entregados por el […]
Dirigentes Digital
| 14 oct 2016
Nuevos correos electrónicos solicitados por la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), acusación en el caso Bankia, demuestran que el Banco de España ignoró las advertencias de José Antonio Casaus, entonces jefe de Inspección de Caja Madrid (y después de Bankia). Ya en abril y mayo de 2011, Casaus advertía, según los correos entregados por el Banco de España y que recoge Efe, que el problema de deuda de BFA acabaría perjudicando también a Bankia, su supuesta filial saneada. Según Casaus, quien avisó al actual director general adjunto de Supervisión del Banco de España, Pedro Comín, la situación era de “viabilidad cuestionable por sus muy graves y crecientes problemas de rentabilidad, liquidez y solvencia. Gobierno mejorable y gestores desalineados entre sí y desacreditados ante el mercado”. Estos correos, fechados dos meses antes de la salida a Bolsa de Bankia, habrían sido ignorados por la cúpula del Banco de España. De hecho, el equipo del entonces gobernador del organismo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, apoyó la salida a Bolsa de la entidad. En un correo días antes Casaus advertía de lo mismo y criticaba la gestión de Rodrigo Rato y el “marcado perfil político” del equipo de la entidad. “Este grupo no es viable sin un cambio de control que posibilite una drástica reducción de los costes de financiación (…) y un tijeretazo a los costes de personal”, según sus propias palabras. En los correos, Casaus anticipa que la salida a Bolsa de Bankia como dos entidades supondría que habría “pérdidas para el contribuyente” al haber “nacionalización de las pérdidas”. Entonces, Casaus opinaba que la solución sería que otro banco (preferiblemente extranjero) con capacidad financiera suficiente se hiciese cargo del grupo para dar seguridad al mercado sobre que podrían afrontarse los 120.000 millones de euros de financiación mayorista “sin mayores problemas”; una solución con la que, según el jefe de inspección de Bankia, “no perdería nadie”.