Alonso ha destacado durante una ponencia en el Instituto de Auditores Internos que "tras la crisis, el mundo no va a volver a ser el de antes, incluida España", con mayor relevancia si cabe de una correcta evaluación del riesgo. En este sentido, ha afirmado que "el buen dirigente necesita personas que le planteen un […]
Dirigentes Digital
| 02 jun 2015
Alonso ha destacado durante una ponencia en el Instituto de Auditores Internos que "tras la crisis, el mundo no va a volver a ser el de antes, incluida España", con mayor relevancia si cabe de una correcta evaluación del riesgo. En este sentido, ha afirmado que "el buen dirigente necesita personas que le planteen un escenario negro, que es aquel en el que se muestran las peores consecuencias que puede tener una toma de decisión determinada".
De acuerdo con Alonso, la recuperación de España podría no ser duradera. Los partidos políticos de la crisis han perdido credibilidad y el paro juvenil será el principal problema de nuestro país. A pesar de que España exporta el 32% de su PIB, el déficit comercial sigue creciendo. No obstante, según el diplomático, el principal riesgo que tiene España es que los españoles no encuentren la manera de vivir más productiva y agradablemente entre ellos, "ya que corre el peligro de romperse como país o que, sin llegar a eso, los ciudadanos vivan tensos y desconectados". Según Alonso, en este caso no se trata de una cuestión de tiempo, sino de actitud, y se muestra positivo debido al incremento de la comunicación, a todos los niveles, entre las distintas regiones de España: "sin dejar de ser diferentes, es fundamental que estemos bien comunicados".
Respecto a Europa, Alonso señaló que la Unión Europea (UE) no recuperará su unidad y que funcionará más fragmentada. Las instituciones seguirán funcionando, pero tendrán poca eficacia y la Unión perderá peso político. Hay que tener en cuenta que las políticas comunes que antes beneficiaban a todos, ahora, debido en gran parte al paro y las deudas, deben tomar medidas complicadas en las que algunos países se ven perjudicados. Esta situación aumentará las tensiones entre países y, dentro de cada estado, entre europeístas y el resto. "La UE perderá influencia exterior y perderá países miembros que ya no se recuperarán. Si Grecia sale de la UE, abrirá el cambio para que otros estados se vayan".
Alemania se podría encontrar en retroceso, debido en parte a un estancamiento de sus exportaciones. "A pesar de que exporta más del 50% de su PIB, necesita que el resto de países compren sus exportaciones. El incremento del proteccionismo en algunos estados debido a los nacionalismos, y el aumento de competidores, son algunas de las razones de que Alemania se puede encontrar con un descenso en la compra de lo que exporta, y que provocarían la caída en su crecimiento".
Otro país a destacar en el futuro de las tendencias dentro de Europa es Rusia, que no tiene fronteras naturales y que, "en el caso de que Ucrania entre en la OTAN, está abierta a una invasión". Las exportaciones de energía, y el hecho de tener minorías musulmanas importantes, son dos características más de Rusia que hay que tener muy en cuenta en el desarrollo de las relaciones entre los estados.
A la hora de realizar una fotografía a nivel global de las perspectivas económicas, Carlos Alonso ha destacado que los países avanzados están teniendo una recuperación lenta y asimétrica, y varios podrían sufrir un estancamiento pronunciado con un paro muy alto. Los países emergentes, por su parte, moderarán su crecimiento, y el mapa económico mundial mostrará nuevas rivalidades económicas. Donde antes había cooperación entre determinados países, habrá confrontación, y viceversa. Aunque ninguna zona marcará tendencia en cuanto a comercio internacional, el crecimiento destacará en la cuenca del Pacífico.