El “ruido político” que comenzó en diciembre en Perú -después que la constructora brasileña Odebrecht declaró haber pagado sobornos allí- llegó a tal intensidad este miércoles (21) que el propio presidente del país, Pablo Kuczynski, renunció al cargo y pasa a ser el primer mandatario que cae como consecuencia del escándalo. Kuczynski, un liberal moderado, […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2018
El “ruido político” que comenzó en diciembre en Perú -después que la constructora brasileña Odebrecht declaró haber pagado sobornos allí- llegó a tal intensidad este miércoles (21) que el propio presidente del país, Pablo Kuczynski, renunció al cargo y pasa a ser el primer mandatario que cae como consecuencia del escándalo. Kuczynski, un liberal moderado, había llegado al borde de la destitución en aquel mes tras la revelación de que habría recibido sobornos de Odebrecht cuando era ministro (2004 a 2006). El Congreso se movió entonces para desbancarle del poder. Pero PPK, como es popularmente conocido, sobrevivió debido a que la acusación no logró reunir los votos necesarios. La semana pasada, no obstante, se conocieron grabaciones que probarían la compra de los votos faltantes y de ahí el nuevo proceso de “impeachment”, que se vota este jueves (22). Renuncia y sucesión “He trabajado casi 60 años con total honestidad. La oposición ha tratado de pintarme como si fuera una persona corrupta y ha conseguido afectar a un grupo de trabajadores involucrándolos en esta artimaña de demolición en contra del gobierno”, escribió el político en su carta de dimisión. El Congreso debe aprobar su salida del Gobierno y nombrar a su sucesor. Según establece la Constitución local, el vicepresidente Martín Vizcarra es el primer nombre en la línea sucesoria. El otro nombre es el de Mercedes Aráoz, segunda vicepresidente y primera ministra. Vizcarra, como informó DIRIGENTES en enero, es considerado una “figura débil” por diversos analistas, entre ellos los de las consultoras AXA IM y Eurasia Group. La estabilidad volvería a Perú si asumiera Aráoz, consideró en aquel momento la primera, mientras que la segunda no consideraba sostenible ni a Vizcarra ni a Aráoz y auguraba la persistencia de la inestabilidad. Clima de negocios Las elecciones presidenciales están previstas para 2021 y cualquier anticipación de esa fecha tendría un impacto negativo en la imagen y economía del país, de acuerdo con diversos análisis de riesgo. En esa línea, la Cámara de la Construcción de ese país proyectó, a finales del año pasado, que el sector crecería un 1% después de un bienio de retroceso e independientemente del “ruido político” y quien ejerciera la presidencia del país. El Scotiabank dijo esta semana que el crecimiento del PIB peruano de febrero 2018 sería superior al 0,8% de igual mes de 2017 gracias, justamente, al “dinamismo de los sectores vinculados a la inversión como Construcción y Servicios”. Finalmente, el informe “Panorama de inversión española en Iberoamérica 2018”, de la IE Business School, apunta que Perú es la economía mejor valorada por las empresas españolas en Iberoamérica (3,98 puntos sobre 5) y concluye que la situación macroeconómica de Perú será más favorable en 2018.