El ciberataque a Sony se cobra una nueva ‘víctima’

El 24 de noviembre, Sony vio cómo todos sus sistemas se paralizaban por un ataque informático realizado por un grupo denominado GOP (Guardians of Peace o guardianes de la paz). La compañía asistió a la publicación de correos de sus ejecutivos, registros financieros o datos internos como el sueldo de algunas de las estrellas de Hollywood.

Según los expertos, ha sido uno de los ataques más graves ya que las unidades de discos no se pueden recuperar, sólo pueden ser reemplazadas o reconstruidas perdiendo así los datos. El mercado reaccionó a la baja y sus acciones cerraron en rojo el día que se conoció el ataque mientras que se cifraban en millones de dólares las pérdidas para la compañía.

De hecho, la división de entretenimiento fue la más perjudicada ya que los ciberdelincuentes se apropiaron de películas sin estrenar. Además, mediante técnicas de extorsión, trataron de evitar que se proyectara la película "The Interview", que narra un complot para asesinar al líder norcoreano Kim Jon-un.

Pero la compañía no sólo ha visto afectadas sus cuentas, si no que su equipo directivo también ha resultado ‘tocado". Entre los mails que se hicieron públicos estaban los de la cuenta de Amy Pascal, la hasta hace poco copresidenta de la compañía. En esos correos electrónicos, Pascal hacía bromas sobre la raza del presidente que causaron numerosas críticas.

Aunque Pascal se disculpó a través de un comunicado: "el contenido de mis emails era insensible e inapropiado, pero no son un reflejo adecuado de quién soy", el daño ya estaba hecho. De momento, la directiva seguirá en la compañía a cargo de una división de producción propia, pero los efectos del ciberataque se siguen notando.