El uso de la ‘fracturación hidráulica’ está teniendo un gran impacto en Estados Unidos en la actualidad. Precisamente este país encabeza la lista de pozos hechos mediante la técnica del fracking. En concreto cuenta con 101.117. Le sigue a gran distancia Canadá en segundo lugar con 16.990 pozos y países como China se sitúan mucho […]
Dirigentes Digital
| 16 sep 2015
El uso de la ‘fracturación hidráulica’ está teniendo un gran impacto en Estados Unidos en la actualidad. Precisamente este país encabeza la lista de pozos hechos mediante la técnica del fracking. En concreto cuenta con 101.117. Le sigue a gran distancia Canadá en segundo lugar con 16.990 pozos y países como China se sitúan mucho más lejos con sólo 258 pozos. Según la Administración de Información de Energía esta técnica representa el 56% de la producción de gas natural de Estados Unidos y el 48% de la producción de petróleo. Algo que ha hecho que el país esté más cerca de la independencia energética. De hecho los últimos datos sobre reservas de petróleo dicen que ya se superan los 465 millones de barriles, el nivel más alto en al menos ocho décadas.
Los enormes suministros han ayudado, además, a que los precios del crudo y del gas bajen considerablemente. Y según Boston Consulting Group la energía más barata ha hecho, entre otras cosas, que el precio de la electricidad industrial ahora sea de un 30% a un 50% inferior.
Los datos confirman, también, que esta práctica ha ayudado a Estados Unidos a estar entre los primeros productores del mundo de petróleo y gas convirtiéndose en un proveedor de energía en lugar de un importador, impulsando así la economía del país. Esta práctica ha generado también ganancias de decenas de miles de millones de dólares para las compañías de petróleo y gas.
Perjuicios del fracking
Sin embargo, los métodos utilizados han dado lugar a protestas nacionales sobre la contaminación del aire y el agua, el aumento de los terremotos o los efectos en la salud.
Entre las consecuencias negativas que genera esta práctica están los temblores de tierra. Un estudio de científicos del Servicio Geológico de Oklahoma (OGS) ha determinado que "en Estados Unidos la tierra tiembla más de lo habitual en las zonas donde hay explotaciones de fracking y lo hace cada vez con más frecuencia y más fuerza". "Hay una sólida relación entre la mayor activi dad sísmica en Oklahoma y las grandes cantidades de aguas residuales subterráneas procedentes del fracking", afirman.
Los sismólogos llaman a esta creciente actividad sísmica "terremotos artificiales" o "sismicidad inducida por el hombre". El mayor temblor que se produjo en Oklahoma fue en 2011, concretamente de 5,7 grados en la escala Richter, destruyó numerosas viviendas y provocó varios heridos.
Desde que se realiza la ‘extracción hidráulica’ la actividad sísmica ha aumentado hasta 600 veces en relación con los temblores de tierra de hace 7 años. "Antes de 2008, Oklahoma tenía de media menos de 2 sismos al año", dicen los expertos. Ahora, de promedio, unos 2,5 al día.
También se han intensificado los sismos en Utah, Alabama, Colorado, Arkansas, Nuevo México, Ohio, Kansas y Texas, regiones donde también se llevan a cabo prácticas de fracking. Concretamente en Kansas y Texas la actividad sísmica "de origen humano" se ha disparado en los últimos seis años. Y en Ohio, según la investigación publicada por el Bulletin of the Seismological Society of America (BSSA), durante el año 2014 se produjeron 77 seísmos relacionados directamente con este método de ‘extracción de hidrocarburos’.
Otros efectos negativos de esta práctica son los riesgos para la salud de la población. Como los gases que se escapan al aire en el proceso de fracking. Un informe de 2012 encontró ciertos gases en el ambiente procedentes de una planta de perforación en Colorado que planteaban riesgos para la salud de los habitantes de la zona.
Puede leer el reportaje completo en nuestra revista DIRIGENTES del mes de septiembre.