Si hay algo más dañino en África Occidental que las guerras, son las enfermedades. En este caso ha sido el ébola, el virus que se ha cobrado la vida de cientos de personas. 

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la situación en este territorio africano es crítica a causa de una epidemia de fiebre hemorrágica, provocada por el virus del ébola, que ya ha registrado 1.300 casos, de los cuales 729 personas ya han fallecido, 47 de ellas en los últimos cuatro días. 

La epidemia, que continúa extendiéndose, se concentra en Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona. El presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, declaró este jueves el "estado de emergencia pública" para frenar el brote de ébola, que en ese país ha causado, hasta la fecha, más de 220 muertes. Asimismo el mandatario informó que cancela su asistencia a la cumbre que Estados Unidos  y África celebrarán la próxima semana en la capital norteamericana, para poder ocuparse de la crisis desatada por el virus.

De acuerdo con datos de la OMS, hasta ahora los distritos más afectados por la enfermedad, y en las que se mantiene un sistema de vigilancia constante, han sido Conakry, Guéckédou, Boffa, Dubreka, Fria y Siguiri.

Estados Unidos, por su parte, ha elevado al nivel tres (el más alto) su alerta sobre viajes a la zona, por el que se pide que se evite visitar estos países de no ser estrictamente necesario. 

Esta enfermedad  tiene una tasa de mortalidad de cerca del 90% y entre los síntomas se encuentra la aparición súbita de fiebre, dolores musculares, de cabeza y de garganta, así como debilidad extrema. Los síntomas iniciales son generalmente seguidos de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y en algunos casos, hemorragias internas y externas.