El fabricante británico de bebidas espirituosas Diageo verá cómo el efecto divisa ‘acaba’ con gran parte de sus ganancias. La propietaria de marcas como Guinness, Johnnie Walker, Crown Royal, J&B o Smirnoff, ha anunciado que su beneficio se verá reducido en unos 150 millones de libras (230 millones de dólares), algo más de lo que […]
Dirigentes Digital
| 24 sep 2015
El fabricante británico de bebidas espirituosas Diageo verá cómo el efecto divisa ‘acaba’ con gran parte de sus ganancias. La propietaria de marcas como Guinness, Johnnie Walker, Crown Royal, J&B o Smirnoff, ha anunciado que su beneficio se verá reducido en unos 150 millones de libras (230 millones de dólares), algo más de lo que habían estimado previamente.
La compañía, que tiene su sede en Londres, está afectada por el euro, que se ha devaluado un 11% frente a la libra esterlina desde el 1 de julio, cuando comenzó el año fiscal de Diageo, tal y como señala Bloomberg. La estrategia de Diageo le ha llevado a expandirse internacionalmente hasta tener divisiones en Norteamérica, en Europa Occidental y en los mercados emergentes.
Además, sus acciones cotizan en las bolsas de Nueva York y Londres. De momento, los inversores ingleses han decidido penalizar sus títulos con una caída del 2,6% que agrava el recorrido de Diageo en el Ftse 100 ya que pierde casi un 7% en lo que llevamos de año.
Cómo evitar el efecto divisa
Muchos son los riesgos a los que se enfrenta una empresa que se decide por la diversificación internacional como estrategia. La mayoría de compañías que tienen parte de su negocio en el exterior se preocupan por generar beneficio pero, una vez que lo tenemos ¿cómo protegerlo?
Antes de operar con divisas, no hay que perder de vista que el negocio principal de nuestra empresa no es la especulación con monedas. Además, hay dos factores clave: el movimiento que pueda hacer la divisa durante la exposición al riesgo y el coste de realizar la operación en sí. Y si tu compañía opera con diferentes divisas, la cobertura se debe hacer de forma individual con cada una.
Para ello, puede hacer un seguro de cambio (o forward), una de las opciones más sencillas y comunes. Con esta opción, se puede cerrar hoy el cambio que se aplicará a un flujo futuro. El seguro de cambio de cambio es una acuerdo en firme, de cumplimiento obligado, por el que dos partes acuerdan intercambiar cierta cantidad de divisas a un precio determinado y en una fecha futura. Entre sus ventajas destaca que es un producto sencillo y de uso muy extendido y su cobertura no supone el pago de ninguna prima. En cambio, debemos tener en cuenta que si se produce una depreciación de la divisa, la empresa estaría obligada a la compra de la misma a un precio superior al del mercado.
Si la empresa se dedica a la exportación, hay opciones como el seguro de crédito a la exportación. En estos casos, el riesgo puede ser país, comercial o de cambio en función de dónde esté nuestro cliente. Este tipo de seguros es un instrumento financiero que pretende ofrecer una cobertura al exportador frente a estos riesgos y, además, aportar asistencia técnica, de cooperación y fomento de las exportaciones, según señalan desde BBVA.
Otra "herramienta" que puede ayudar para mitigar ese efecto divisa es el SWAP, un contrato por el cual dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades de dinero en fechas futuras. Normalmente, los intercambios de dinero futuro están referenciados a los tipos de interés. Antes de contratar este tipo de servicio, es conveniente hacer un estudio para ver si es el producto más adecuado para su empresa.