Desde la firma explican cómo la liberalización del yuan por parte del Banco Popular de China (BPCh) provocó una serie de efectos importantes en los mercados financieros durante los meses de verano. "Cuando una economía como la china vincula la cotización de su moneda al dólar y, al mismo tiempo, sus tipos de interés difieren […]
Dirigentes Digital
| 15 oct 2015
Desde la firma explican cómo la liberalización del yuan por parte del Banco Popular de China (BPCh) provocó una serie de efectos importantes en los mercados financieros durante los meses de verano. "Cuando una economía como la china vincula la cotización de su moneda al dólar y, al mismo tiempo, sus tipos de interés difieren (son superiores en el caso de China), se produce el efecto económico denominado 'adelantos y atrasos' (leads and lags), por el que los importadores atrasan los pagos (para beneficiarse de los mayores tipos de interés) y los exportadores adelantan los cobros".
Bajo esta primera aproximación, los analistas hacen ver en su informe que cuando el banco central de China decidió liberalizar el tipo de cambio a principios de agosto, los importadores dejaron de atrasar los pagos y pasaron a adelantarlos, "provocando fuertes retiradas de las reservas de divisas del BPCh para regularizar dichos pagos en el extranjero". Hay que recordar que las reservas en realidad pertenecen a agentes privados. Entonces, el banco central de China, que a su vez tenía esas reservas depositadas en la Reserva Federal de EEUU (al objeto de sacarles rentabilidad), tuvo que deshacer esos depósitos.
Y, según explica los expertos de Andbank, esto tuvo una inmediata respuesta en la situación de la liquidez mundial, que "puede expresarse como la suma de la base monetaria de EEUU y la del resto de países, que a su vez se puede medir por los depósitos externos de bancos centrales mantenidos en la Fed". Es decir, la regularización por los importadores chinos de su pagos pendientes condujo a una fuerte reducción de sus saldos en la Fed, "lo que se tradujo en una intensa reducción de la liquidez mundial e indujo un escenario propicio a las caídas bursátiles".
Como consecuencia de la liberalización del yuan, la tasa de expansión de la liquidez mundial en verano fue nula, "una situación tan sólo presenciada en seis ocasiones en los últimos 20 años", recuerdan desde Andbank. Sin embargo, y a su juicio, la buena noticia es que la liquidez mundial siempre se ha normalizado en un plazo breve de 2 a 3 meses. "Creemos que una vez se normalice el efecto de 'adelantos y atrasos', la liquidez mundial retornará a sus tasas de crecimiento habituales (en torno al 5%-10% interanual) y esto debería bastar para conllevar la normalización de los mercados financieros", sentencian.