Tras pronosticar con exactitud el rally de la deuda del Tesoro estadounidense y de los títulos del gobierno respaldados por hipotecas en 2011, o anticipar correctamente que las rentabilidades caerían en 2014 y la fuerte recuperación del dólar, Jeffrey Gundlach analiza la situación actual de los mercados de renta fija a vueltas con la cuestión del […]
Dirigentes Digital
| 21 mar 2017
Tras pronosticar con exactitud el rally de la deuda del Tesoro estadounidense y de los títulos del gobierno respaldados por hipotecas en 2011, o anticipar correctamente que las rentabilidades caerían en 2014 y la fuerte recuperación del dólar, Jeffrey Gundlach analiza la situación actual de los mercados de renta fija a vueltas con la cuestión del fin del mercado alcista… A pesar de que las yields se mantienen contenidas, lo cierto es que inversores y gestores no pueden dejar de lado el hecho de que la Reserva Federal (Fed) parece decidida a, gradualmente eso sí, apretar el acelerador de las subidas de tipos. Mientras, la inflación parece repuntar tanto al otro lado del Atlántico, como en la Zona Euro, Reino Unido, e incluso Japón. “El IPC de Alemania en diciembre de 2016 alcanzó el 1,7%, la lectura más alta en 16 años. No hay forma de que las rentabilidades se mantengan en los niveles extremadamente bajos si se alcanza el 2% o más. Parece que los bunds germanos son bastante vulnerables”, afirma el CEO de DoubleLine Capital y gestor de los fondos Nordea 1 – US Total Return Bond Fund y Nordea 1 – US Bond Opportunities Fund. En su opinión, el presidente Donald Trump ha dado a los inversores una sensación de confianza, que ha reavivado el interés por la Bolsa, particularmente por los sectores financiero e industrial. El éxito del republicano, añade, “es altamente dependiente de medidas como un mayor salario por hora o mejores oportunidades de empleo. Lo que sabemos es que probablemente expandirá el gasto para construir infraestructuras e invertir en defensa, lo que puede impulsar el crecimiento del PIB en el corto plazo si se hace bien, pero es probable que añada déficit en el largo”. Asimismo, añade, también está por ver qué forma tomarán sus políticas fiscales y comerciales, y cuál será su efecto”. Concretamente, alerta, el comercio es “un gran misterio (…) Los consumidores podrían verse gravemente afectados si se imponen aranceles a China y México”. En este contexto, de gasto agresivo (que incrementará el déficit) y de aumento de tipos (que aumentará el interés sobre la deuda), Gundlach recomienda vigilar la rentabilidad del 3% en el bono a diez años del Tesoro estadounidense. “Si se aceleran sobre este porcentaje, estaremos realmente ante el final del mercado alcista de la deuda, pero no sólo se verán afectados los bonos. Los tiempos cambian y la mayor parte de mercados sufrirán el impacto”, afirma. Y, alerta: “Si se produce este aumento de la yield sobre el 3%, la deuda corporativa high yield caerá en un ‘agujero negro’ de iliquidez”. Mientras, la renta variable que se negocia a un nivel muy elevado respecto a las ganancias (próxima a niveles de 1929): “Esperamos que los resultados de expandan este año y que el P/Es caiga”, por lo que su consejo es reducir exposición a Wall Street y diversificar a nivel mundial, favoreciendo especialmente mercados emergentes, India y Nikkei. Finalmente, sobre las commodities apunta al fin del suelo de varias décadas en 2015: “Recomiendo agregar materias primas o activos reales a la cartera. Espero que el petróleo se mantenga en un rango entre los 40 y los 50 dólares. Los inventarios aún son elevados (…) me gusta el oro, pero no me entusiasma. Sin embargo, lo mantendría como activo diversificador. El cobre lleva bajando desde diciembre y apoya el rally del mercado de deuda. Si empieza a superar al metal precioso, la economía se está acelerando”, concluye. Sobre el dólar, acaba, no es tan positivo: “Estamos en el octavo año de rally desde 2008. No soy alcista”.