Más allá del rebote acumulado (el Brent cotiza en máximos de ochos meses al filo de los 52 dólares el barril), de las buenas noticias del lado de la oferta y de la demanda, parece que la época de las ‘vacas gordas’ ha quedado atrás y no son pocos los que una y otra vez […]
Dirigentes Digital
| 08 jun 2016
Más allá del rebote acumulado (el Brent cotiza en máximos de ochos meses al filo de los 52 dólares el barril), de las buenas noticias del lado de la oferta y de la demanda, parece que la época de las ‘vacas gordas’ ha quedado atrás y no son pocos los que una y otra vez repiten que no volveremos a ver los 100 dólares.
De hecho, los saudíes se han puesto ‘manos a la obra’ y con 2030 como horizonte temporal espera transformar su economía para dejar de depender del petróleo. 14 años en los que incrementar la contribución del sector privado hasta el 60% (desde el 45%) y reducir el desempleo al 7% (desde el 14%).
Una profunda transformación que se mueve entre la autoridad mostrada por el hijo del rey Salman bin Abdulaziz y la resistencia del stablishment real y religioso de un país profundamente conservador, y en el que la mitad del presupuesto se reserva a los salarios del sector público. Cambios que incluyen reformas en los mercados del país para abrirlos al capital extranjero.
Mark Mobius, de Franklin Templeton Investments, llama la atención sobre variar el cliclo de liquidación de las operaciones, la eliminación de los requisitos de pre-financiación en efectivo, la posible entrada en el MSCI Emerging Markets Index, la salida a Bolsa de la productora estatal de crudo Aramco. "Podría ser la mayor empresa cotizada del mundo y generar una inyección de efectivo a corto plazo para atajar el déficit presupuestario de 87.000 millones de Arabia Saudí estimado este año", subraya. Y, añade, esta operación "ha estimulado la esperanza de otras privatizaciones".
Con todo, hay otras cuestiones que atajar como los problemas del mercado laboral (retrasos en los pagos, pérdida de empleos, trabajadores extranjeros en condiciones pésimas) e inmobiliario (regulación), los derechos de la mujer, el extremismo religioso… "Arabia Saudí ofrece muchas oportunidades interesantes para los inversores", concluye, "y si su plan tiene éxito el crecimiento podría expandirse en diferentes direcciones, con o sin los precios del petróleo volando alto".
Sí cree James Butterfill, estratega jefe de ETF Securities, que las perspectivas del crudo (y las materias primas en general) son positivas y apuestas por subidas para lo que resta de ejercicio, "y más allá", ante la mejora de las perspectivas de actividad global y una destrucción de la oferta que sigue en aumento.
"Esperamos déficit de ‘oro negro’ para el tercer trimestre lo que implica que la recuperación por encima de los 50 dólares actual es sostenible. Con el apoyo de la escalada vivida también por los principales productos agrícolas, como soja, azúcar y café, consideramos que esto apunta al inicio de un mercado alcista en las commodities, a pesar de la esperada subida de tipos de la Reserva Federal (Fed) a finales de este año", explica.
Ahora bien, el incremento de los precios del petróleo plantea la cuestión de si mejores valoraciones volverán a impulsar la oferta, esencialmente en los campos de petróleo de esquisto (shale oil) estadounidenses, ‘dando al traste’ con toda la reducción de la oferta alcanzada hasta ahora.
Bank of America Merrill Lynch llama a la calma en este sentido y, si bien reconoce que por encima de los 50 dólares del West Texas un buen número de plataformas ‘tocarían fondo’, señala que la mayor parte de las empresas "sigue centrada en la ‘reparación’ de sus balances y no en aumentar la producción". Al menos 12 meses deberían pasar para que esto sucediera.