La autoridad monetaria de la Zona Euro ha rebajado el tipo de depósito hasta el -0,3%, ampliando la duración de su programa de compra de activos (QE) hasta marzo de 2017, o más allá si fuera necesario. Asimismo, ha incluido en estas adquisiciones la deuda regional y local de los miembros de la Zona Euro. […]
Dirigentes Digital
| 03 dic 2015
La autoridad monetaria de la Zona Euro ha rebajado el tipo de depósito hasta el -0,3%, ampliando la duración de su programa de compra de activos (QE) hasta marzo de 2017, o más allá si fuera necesario. Asimismo, ha incluido en estas adquisiciones la deuda regional y local de los miembros de la Zona Euro. Sin embargo, el consenso había "soñado" con un recorte aún mayor (hasta el -0,4%), una extensión hasta mediados de 2017 y un incremento del tamaño mensual hasta los 70.000-75.000 millones desde los 60.000 millones actuales.
Link Securities advertía de una corrección si el BCE se "quedaba corto", aún así, llamaba a la calma al señalar que esta reacción es "una muy buena oportunidad de tomar posiciones en Bolsa con un horizonte temporal de medio plazo".
También Self Bank le pone "al mal tiempo, buena cara" y su analista, Felipe López-Gálvez, explica que "podemos sacar una lectura positiva de todo esto, y es que el BCE no lo ve tan crudo como para haber tenido que anunciar medidas más contundentes. No olvidemos que las políticas expansivas estimulan la economía de manera artificial y llevan consigo un riesgo importante de provocar burbujas en determinados activos".
Al mismo tiempo, Renta 4 explicaba que si el BCE defrauda, no obstante, la recuperación de posiciones del euro sería limitada, pues se da una probabilidad del 74% a un incremento del precio del dinero en Estados Unidos para mediados de diciembre. Especialmente después de que Yellen se mostrará "confiada en la solidez de la recuperación" y matizara el impacto negativo en crecimiento e inflación de los shocks externos, añadiendo incluso que irá a menos en el futuro.
Reconoció la presidenta de la Fed que no hay unanimidad en el seno de la autoridad monetaria sobre las medidas a tomar y, al mismo tiempo, dejó claro que no habrá aumentos del precio del dinero automáticos, confirmado la idea del mercado de un repunte gradual y, ya saben, dependiente de los datos. Por otra parte, el Libro Beige apuntaba a un crecimiento "modesto" de la economía, con avance del consumo privado y del empleo, aunque con una lectura mixta en el sector manufacturero.
A la industria de servicios le tomaremos el pulso este jueves con los datos de PMI tanto de la Zona Euro como de Estados Unidos. El de España arroja una mejora hasta 56,7, desde 55,9, y acumula 25 meses de expansión ininterrumpida. Al mismo tiempo, el del conjunto de la región escala hasta 54,2, desde 54,1. Por su parte, el ISM no manufacturero decepciona al otro lado del Atlántico al caer hasta 55,9 desde 58.
Dentro de nuestras fronteras también, el Tesoro ha colocado 3.868 millones de euros en deuda a largo plazo, frente al objetivo de entre 3.000 y 4.000 millones que se había marcado inicialmente, abaratando una vez más los costes de emisión al calor de los nuevos estímulos del BCE.