Así lo desvela un estudio que Morningstar ha llevado a cabo en EEUU, y que próximamente trasladarán a España, sobre los fondos de renta variable, tomando como referencia el periodo 2006-2011. Y, según explica Fernando Luque, Senior Financial Editor en la firma, los fondos con mayores flujos negativos sufrieron una alta tasa de mortalidad muy […]
Dirigentes Digital
| 27 oct 2015
Así lo desvela un estudio que Morningstar ha llevado a cabo en EEUU, y que próximamente trasladarán a España, sobre los fondos de renta variable, tomando como referencia el periodo 2006-2011.
Y, según explica Fernando Luque, Senior Financial Editor en la firma, los fondos con mayores flujos negativos sufrieron una alta tasa de mortalidad muy alta, desapareciendo o fusionándose con otros. Sin embargo, "los que sobrevivieron consiguieron, en términos medios, una rentabilidad por encima de la de su categoría".
En sentido opuesto, los fondos que han recibido mayores entradas de dinero, a pesar de mostrar un mayor, y lógico, porcentaje de superviviencia, registraron por lo general rentabilidades futuras por debajo de la media.
El estudio demuestra de alguna manera que los flujos extremos sí que pueden afectar a la rentabilidad futura. "No quiero decir con esto que los flujos deban ser considerados como una señal de compra o de venta, pero sí como una señal de alerta para que el inversor esté más atento a la evolución del fondo", indica Luque.