Una de las conclusiones del nuevo Barómetro de carteras internacionales de Natixis, en el que la firma compara la evolución de 564 carteras modelo de riesgo moderado o equilibradas de ocho regiones entre julio y diciembre de 2016, es que existe cierta disparidad en la forma en la que los consultados construyen carteras modelo con […]
Dirigentes Digital
| 06 feb 2017
Una de las conclusiones del nuevo Barómetro de carteras internacionales de Natixis, en el que la firma compara la evolución de 564 carteras modelo de riesgo moderado o equilibradas de ocho regiones entre julio y diciembre de 2016, es que existe cierta disparidad en la forma en la que los consultados construyen carteras modelo con un perfil de riesgo moderado, según la región en la que se encuentren. Por ejemplo, en Holanda, Reino Unido, EEUU y Singapur se acercan más a la tradicional ecuación 60% Bolsa-40% renta fija, pero con la diferencia entre renta fija tradicional, fondos multiactivos, estrategias alternativas e inmobiliario. Sin embargo, países como Francia, Italia o Luxemburgo se muestran más conservadores al asignar menos a renta variable para apostar la mayor parte de sus activos en cartera a renta fija y fondos mixtos. Uno de los casos más curiosos es el de los inversores en Reino Unido. Las carteras británicas con un volumen importante de activos no denominados en libras se beneficiaron enormemente de la depreciación de la moneda tras el referéndum británico sobre la UE; así, la rentabilidad media fue superior al 13%, según el estudio de Natixis Global AM. Los resultados de las carteras británicas fueron considerablemente mejores que los de las carteras estadounidenses, que se situaron en segundo lugar con unas rentabilidades en torno al 8,2% Además, el informe vuelve a poner de manifiesto que el riesgo cambiario tuvo un efecto importante en las carteras británicas invertidas en renta variable no británica. Matthew Riley, Director de Estudios del Departamento de Consultoría y Análisis de Carteras de Natixis, explica que “esto se explica en gran parte con el riesgo cambiario, lo que no supone una sorpresa, ya que los movimientos de las monedas en 2016 fueron los más acusados desde 2008 y tuvieron un gran efecto en las carteras objeto de estudio”. Y pone un ejemplo: un inversor británico con exposición a la Bolsa estadounidense sin cubrir habría ganado un 19% más en 2016 debido a la depreciación de la libra frente al dólar. En la renta variable de la Zona Euro, habría sido un 16% y en la Bolsa japonesa, habría sido un 23%. “El efecto de los tipos de cambio también se observó en los fondos mixtos, en los fondos de deuda emergente y en los de bonos de alto rendimiento, donde los asesores no suelen aplicar coberturas”, indica el experto. Desde la firma indican cómo en renta variable, las rentabilidades ligadas a las monedas fueron superiores a las rentabilidades de las propias bolsas. “De hecho, si sumamos todo el impacto cambiario, vemos que alrededor del 7% de la contribución a la rentabilidad de las carteras de los asesores británicos, o el 50% de las rentabilidades totales en 2016, procedió del riesgo cambiario”, explican los expertos.