Una de las máximas del reconocido inversor Warren Buffett es la recomendación: "Sea codicioso cuando otros son temerosos" (y viceversa). Y actualmente no es otro que el miedo a China, a las materias primas, al riesgo de la banca, a la posibilidad de una recesión global, a la pérdida de eficacia de los bancos centrales… […]
Dirigentes Digital
| 15 feb 2016
Una de las máximas del reconocido inversor Warren Buffett es la recomendación: "Sea codicioso cuando otros son temerosos" (y viceversa). Y actualmente no es otro que el miedo a China, a las materias primas, al riesgo de la banca, a la posibilidad de una recesión global, a la pérdida de eficacia de los bancos centrales… el que domina ahora el que domina a los activos financieros.
Sin embargo, Rory Bateman, responsable de renta variable europea de Schroders, llama a la calma y señala: "Lo que hemos visto es en gran medida una corrección del mercado, no un grave deterioro de la situación económica mundial". Y recuerda que la Bolsa es un tipo de activo volátil y que la inversión en acciones "es un ‘negocio’ de largo plazo".
Así, destaca que para los gestores activos, con una visión de largo plazo, la volatilidad puede dar lugar a oportunidades. "En momentos de miedo, los mercados tienden a sufrir sell-offs. Como resultado de ello, empresas sólidas, con buenas perspectivas" cotizan a precios muy bajos. Concretamente, destaca que Europa "continúa con su lenta recuperación y los datos del sector servicios son particularmente alentadores. La reciente debilidad del mercado implica que las valoraciones en muchas áreas son convincentes".
Es más, Nicholette MacDonald-Brown, gestora de fondos de renta variable europea de la firma, afirma que la renta variable italiana se encuentra en un "punto de entrada atractivo", pues "cuenta con algunas de las mejores marcas del mundo, tanto industriales como de consumo". Reconoce que sería "ingenuo" obviar que la volatilidad ha llegado para quedarse, pero, matiza, "el inversor valiente, con un ojo en el largo plazo, siempre encontrará oportunidades cuando el resto de inversores se dejan llevar por la emoción y salen corriendo".
"Esta crisis es buena y va a beneficiar al mercado"
Por su parte, Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, cree que la "pérdida de control" de los bancos centrales puede ser "algo positivo, ya que, de esta manera, el mercado tendrá un ciclo normal de negocio, aunque pueda resultar doloroso o duro para algunos bancos".
Considera este experto que "es hora de que los políticos cojan el testigo, es necesario que se invierta en las personas, en empleos, en infraestructuras, innovación".
Desde el año 2007, recuerda, "la deuda global se ha expandido en 57.000 millones de dólares, y el 70% de la total creación de liquidez por los bancos centrales se utiliza para pagar la vieja deuda. Todo lo que sucede en este momento hace que las tasas vayan aún más negativas, y los bancos no pueden ganar dinero con tasas negativas. Sin olvidar que los bancos centrales parecen estar quedándose sin municiones e incluso ideas. ¡Pero que no cunda el pánico! No hay que desesperarse. No tengo las ‘claves’, pero en este momento hay valores enormes y fundamentales por todas partes y habrá intentos de ‘salvar’ al mercado".
Los cinco "apoyos" del mercado
Finalmente, Link Securities explica que a pesar de que hay muchos factores "jugando en contra" de "los intereses" de las Bolsas en estos momentos, "también creemos que hay otros que las apoyan y, antes o después, cuando los inversores consideren que todo lo anterior ya está descontado en el precio de la renta variable, entrarán en juego":
1. A pesar de los temores de los inversores, el escenario más factible para China es un "aterrizaje suave". Si el sector servicios logra sustituir el papel del manufacturero sin mayores traumas, y eso se refleja en un crecimiento económico estable de entre un 6 y un 6,5%, los mercados se tranquilizarán.
2. Igualmente, y por el momento, no se vislumbra recesión en Estados Unidos y Europa. El consumo privado y el sector residencial están soportando la primera de estas economías, beneficiándose de los bajos precios de la energía y de los bajos tipos de interés. En Europa, y por ahora, a pesar de su débil crecimiento, las economías de la región están lejos de volver a entrar en recesión. Además, los bancos centrales parecen predispuestos a seguir apoyando estas economías con sus políticas monetarias expansivas a pesar de que, como han manifestado en múltiples ocasiones, este apoyo tiene límites y debería ir acompañado por reformas estructurales que los Gobiernos de estos países no parecen dispuestos a llevar a cabo por el alto coste político que conllevan.
3. La renta variable es actualmente la única inversión atractiva dado los bajos tipos de interés que ofrecen los depósitos bancarios y los elevados precios de la renta fija, algo que conlleva muy bajas rentabilidades. En este sentido, muchas compañías con gran visibilidad futura de resultados (gran recurrencia de los mismos debido a las características defensivas de sus negocios) ofrecen actualmente rentabilidades por dividendo muy superiores a las que ofrecen sus bonos a largo plazo.
4. Las valoraciones de muchas compañías, especialmente de sectores como el bancario, están en mínimos multianuales, incluso por debajo de las que alcanzaron en 2008/2009. Esto ocurre en un momento en el que sus expectativas de resultados son mucho mejores y sus balances se encuentran muy saneados. Es decir, creemos que hay grandes oportunidades en el sector para los inversores a largo plazo.
5. Por último, es muy factible que por "necesidad" los países productores de petróleo, especialmente los de la OPEP y Rusia, terminen por alcanzar un pacto para "regular" la producción de crudo aún a costa de seguir perdiendo cuota. Los elevados déficits de sus balanzas fiscales y el riesgo de tensiones políticas internas estarían presionando en este sentido. El problema es determinar cuándo cederán y adoptarán esta estrategia. De cumplirse esta hipótesis, las bolsas mundiales reaccionarán al alza con mucha fuerza.