Ayer Pedro Sánchez no dejó claro que pasaría si su propuesta de Congreso fuera rechazada en el Comité Federal por el sector crítico, que ya pide su dimisión. Pero hoy en la primera entrevista después de tres meses de silencio ha afirmado que no dimitirá pase lo que pase. El líder socialista ha planteado a […]
Dirigentes Digital
| 27 sep 2016
Ayer Pedro Sánchez no dejó claro que pasaría si su propuesta de Congreso fuera rechazada en el Comité Federal por el sector crítico, que ya pide su dimisión. Pero hoy en la primera entrevista después de tres meses de silencio ha afirmado que no dimitirá pase lo que pase.
El líder socialista ha planteado a los críticos ir a la batalla final de unas primarias para que se decida entre su candidatura, que rechaza un apoyo al Gobierno de Rajoy, y otra alternativa que defienda la abstención. "Hay un debate ideológico de fondo, Se está llamando abstención técnica a facilitar un gobierno de la derecha, de Rajoy. ¿Es una cuestión táctica? Yo creo que no, creo que es una cuestión esencial que el PSOE tiene que abordar de una vez por todas", ha explicado.
Sánchez defiende que tiene la obligación de intentar un "Gobierno alternativo,si no tengo a todo el partido detrás, difícilmente voy a poder formar un Gobierno alternativo". La situación de bloqueo ha pasado a un segundo plano en la guerra interna del PSOE. Ni Podemos ni Ciudadanos han aceptado en las últimas semanas el ofrecimiento, enterrando la posibilidad de una alternativa a Rajoy. El dirigente socialista ha insistido en abrir los contactos mientras se desarrolla el proceso interno, para cerrar un pacto de Gobierno después del 23 de octubre, celebradas las primarias del partido, y a una semana de que concluya el plazo antes de disolverse las Cortes.
Sánchez pretende blindarse con la militancia la rebelión de los barones. "A lo mejor el 12 de octubre la militancia respalda al secretario general, con lo cual, el tiempo que yo tendré puede ser incluso mayor", ha indicado sobre la posibilidad de que no se presente ningún candidato a la Secretaria del partido. Los plazos son los que son y la aritmética es la que hay por lo que Sánchez plantea una huida hacia las terceras elecciones si logra sofocar el alzamiento de parte del partido. En un escenario de fantasía en el que Ciudadanos y Podemos se levantaran el veto cruzado, parece más difícil todavía que entren a negociar un pacto de Gobierno con un PSOE partido en dos y sin tener una hoja de ruta garantizada.
Escasas posibilidades de victoria de los críticos
Los llamamientos a la dimisión por los resultados electorales no han tenido efecto en Pedro Sánchez. Los barones liderados por la federación andaluza Susana Díaz tienen escasas posibilidades de éxito, sin aceptar el reto de presentar un candidato alternativo a Sánchez. El primer ataque sería bloquear la propuesta de Sánchez en el Comité Federal votando en contra. Una desautorización que añadiría presión para una dimisión que el principal dirigente socialista ya ha descartado.
La otra posibilidad de echar a Sánchez pasa por la dimisión de la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva federal, integrada ahora mismo por 35 miembros, pero ahora mismo ambas facciones están echando números por no tenerlas aseguradas. Si se consumara esta opción, sería necesario celebrar un congreso extraordinario para nombrar a una nueva dirección. Lo más probable es que se formara una gestora que determinaría si habría primarias previas y si el partido se abstiene en la investidura de Rajoy o fuerzan terceras elecciones. El objetivo de los barones para un PSOE futuro es que Sánchez asuma el castigo de la abstención o una gestora, para que un nuevo líder no tenga manchas en el expediente.
El invite de Sánchez a ser batido en primarias tiene trampa. El líder socialista cuenta con un apoyo mayoritario en las bases del partido. Cada vez que ha apelado a ellas ha salido reforzado. Además, las fechas para presentar una candidatura son tan estrechas que resultaría complicado encontrar un candidato de consenso.
¿Susana Díaz, candidata?
Después de varios meses de silencio, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, está entrando en el cruce de declaraciones con la dirección nacional. "El PSOE está en una situación mala y difícil porque cuando todas las alternativas que hay son malas, creo que alguna responsabilidad tiene que tener la dirección. Y lo que no me parece de recibo es culpar a aquellos que ganamos elecciones", ha señalado ante los medios de comunicación. "Aquí [en Andalucía], quien es subalterno del PSOE es el PP porque está en la oposición. Nosotros ganamos las elecciones, y bien, que es lo que debería pasar en toda España", ha dicho Díaz en clara alusión a Sánchez.
Díaz se ha opuesto a la hoja de ruta que va a someter Sánchez en el Comité Federal del próximo viernes, pero por primera vez no ha rechazado postularse como secretaria general. "Llevo en este partido más de 20 años, quiero a mi partido y donde crean mis compañeros y compañeras que sea útil, en la cabeza o en la cola, ahí estaré buscando un PSOE unido, cohesionado y un PSOE ganador", ha asegurado.
