En un entorno de fuerte divergencia tanto en políticas monetarias como en crecimiento de las distintas economías (tanto desarrolladas como emergentes), los inversores deben tener especial cuidado en 2015 si quieres sacar algo de rendimiento a su dinero. El banco privado Julius Baer ha dado a conocer sus previsiones para 2015, en un entorno en […]
Dirigentes Digital
| 02 dic 2014
En un entorno de fuerte divergencia tanto en políticas monetarias como en crecimiento de las distintas economías (tanto desarrolladas como emergentes), los inversores deben tener especial cuidado en 2015 si quieres sacar algo de rendimiento a su dinero. El banco privado Julius Baer ha dado a conocer sus previsiones para 2015, en un entorno en el que la debilidad del crecimiento y de la inflación podría retrasar la normalización de tipos de interés hasta el cuarto trimestre del año, o incluso más.
En este escenario de tipos de interés en mínimos y una política monetaria todavía favorable, los expertos de la entidad siguen apostando por la renta variable como activo estrella de las carteras en los próximos meses. Frente a ello, desde la firma explican que "los mercados mundiales de renta fija parecen aún sobrevalorados, aunque es improbable que cambien de tónica a corto plazo, ya que hay un número suficiente de bancos centrales dispuestos a comprar cualquier exceso".
Christian Gattiker, estratega jefe y director de análisis de Julius Baer, lanza un mensaje claro: "El mantra para los inversores en 2015 será mantener el rumbo, preservar la liquidez y buscar tendencias de crecimiento". En este sentido, apunta a que mientras los inversores siguen buscando alternativas rentables para sus carteras, deben tener muy presente la opción de reducir los activos ilíquidos, "a menos que estén dispuestos a mantenerlos durante todo el ciclo". Los expertos explican que el proceso de normalización de los tipos podría causar temor en los mercados "en no pocas ocasiones, por lo que los activos ilíquidos podrían ser difíciles de vender".
En cuanto a las tendencias de crecimiento, Gattiker recuerda que muchos activos presentan valoraciones forzadas, por lo que la única perspectiva que podría aliviar a muchas empresas es crecer para dejar atrás los caros múltiplos de valoración actuales. "Por ese motivo, los inversores no conseguirán grandes rentabilidades con las inversiones pasivas". En lugar de eso, la única opción será buscar esas tendencias en áreas como los coches eléctricos, las tecnologías digitales revolucionarias, las infraestructuras energéticas y la educación.
Por regiones, los expertos prefieren EE UU a Europa. Y en ambas regiones aconsejan centrarse en las acciones de las empresas que incrementan la remuneración al accionista, los denominados "aristócratas del dividendo", que son compañías que han incrementado los pagos a los inversores de forma constante a lo largo de los años. Del mismo modo, y tras años de valoraciones caras, escasos productos en desarrollo y reformas gubernamentales en el sector, Julius Baer vuelve a mirar al sector sanitario, "que se encuentra en un nuevo ciclo alcista a largo plazo".
Eso sí. Todo cambiaría respecto a valor relativo "si hubiera una decisión clara del Banco Central Europeo para usar todos los medios a su alcance con el fin de desbloquear el crecimiento y sacar al crédito del atolladero, o bien una recuperación inequívoca de la economía europea". Sin embargo, la probabilidad de que ocurra pronto alguna de las dos cosas es reducida a juicio de los expertos. "Esto implica que los inversores deben esperar a que se produzca un cambio claro y sustancial de dirección antes de volver a canalizar inversiones hacia Europa", aseguran.
En mercados emergentes apuestan por los países asiáticos frente al resto, especialmente por las políticas públicas llevadas a cabo en estas regiones. Durante los últimos meses y trimestres, los nuevos gobiernos de China, la India y Japón han puesto en marcha reformas que beneficiarán a la economía y a los mercados financieros en 2015. En el caso concreto de China, el país está inmerso en el proceso de reforma de las empresas estatales y eso creará una dinámica propia, tanto en la economía real como en los mercados financieros.