De unos años a esta parte, los que de alguna u otra forma nos dedicamos al análisis del mercado de materias primas o incluso somos agricultores, nos hemos dado cuenta del "boom" en diversas partes del mundo por el cultivo de frutos secos. Particularmente notable es la expansión de cultivos como el del pistacho o […]
Dirigentes Digital
| 03 jun 2016
De unos años a esta parte, los que de alguna u otra forma nos dedicamos al análisis del mercado de materias primas o incluso somos agricultores, nos hemos dado cuenta del "boom" en diversas partes del mundo por el cultivo de frutos secos. Particularmente notable es la expansión de cultivos como el del pistacho o la almendra, al calor de un fuerte incremento en los precios en los últimos años.
El protagonista indiscutible es la almendra en pleno movimiento de expansión hacia China. En este sentido, el mayor productor de almendra a nivel mundial (la compañía californiana Blue Diamond Growers) está alcanzando acuerdos importantes para comercializar en China y hasta incluso deslocalizar parte de su producción en la búsqueda de condiciones climáticas más adecuadas para este cultivo.
La almendra está sufriendo los rigores de "El Niño", un fenómeno meteorológico que provoca sequías a un lado del Pacífico (América) e inundaciones al otro lado (Asia). En este sentido, los Estados más al sur de Estados Unidos y con mayor conexión con la costa Pacífica fueron muy afectados en la anterior cosecha de 2015, con caídas significativas de producción.
"El Niño" está siendo el catalizador de inversiones en almendra, donde muchos productores agrícolas buscan recuperar sus márgenes aprovechando la coyuntura alta de precios. De esta forma, España se ha convertido en el segundo mayor productor de almendra justo detrás de California con más de 570.000 hectáreas y una cuota de mercado de producción en torno al 4% del total global.
Sin embargo, esta apuesta por la almendra puede no ser tan buena cuando los productores se den cuenta de que el nivel alto de precios no es más que una coyuntura pasajera. Ya en este año 2016, las perspectivas de producción así nos lo indican gracias a que en los últimos tres meses han aparecido las tan necesarias lluvias y el invierno ha sido menos riguroso de lo esperado. Así, la producción en California se estima un 5,7% superior a la de hace un año (2.000 millones de libras frente a los 1.890 millones de 2015) con una mejora de la rentabilidad de los cultivos (TIR del 4,7%).
Más allá de que la cosecha pueda ser mayor o menor en California, el tirón de la demanda tanto en China como en India lleva a la posibilidad de producir de forma masiva almendra en territorio chino. La inversión en tierras que puedan ser de regadío dentro de China depende en este momento del empuje de los traders de commodities (algunos de los importantes han sufrido serios problemas económicos por culpa de la caída de los precios del crudo y los metales básicos) a la hora de organizar un mercado primario y a partir de ahí ir lanzando señales de precios.
Los gestores de fondos que invierten tanto en agricultura como los traders de commodities, están buscando compañías cuyo negocio esté en China pero que tengan productos como la almendra o el pistacho y que, además, estén cotizados en otros mercados diferentes al chino. Es el caso de compañías como Snyder’s-Lance (quien compró el gigante Diamond Foods en el mes de octubre pasado) o Whitewave Foods, cuyos canales de distribución y comercialización se han ampliado por toda Asia.