El oro como método de inversión nunca se fue. Siempre permanece en los mercados como un índice de protección, de luchar contra el miedo ante las adversidades que pueden aparecer. Una manera de invertir para intentar protegerse con la volatilidad que golpea a los mercados en los momentos en los que entra el pánico. Lo […]
Dirigentes Digital
| 19 jun 2017
El oro como método de inversión nunca se fue. Siempre permanece en los mercados como un índice de protección, de luchar contra el miedo ante las adversidades que pueden aparecer. Una manera de invertir para intentar protegerse con la volatilidad que golpea a los mercados en los momentos en los que entra el pánico. Lo cierto es que ahora mismo abunda la tranquilidad dentro de la renta variable de manera generalizado. Esto, para muchos inversores no es sino una manera de anticipar futuras turbulencias que pueden volver a merodear el escenario de la renta variable mundial, por lo que hay activos que pueden servir como vía de escape para la obtención de rendimientos alternativos. Es el caso del oro. En este sentido, según Ole Hanensen, director de estrategia de materias primas de Saxo Bank, los inversores de oro se asustaron por “la inclinación hawkish mostrada por la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, tras la última subida de tipos estadounidense”. Llegando ésta apenas unas horas después de que los datos macro mostraran debilidad, tanto en el IPC, como en las ventas al por menor. El tono azorado “llamó la atención del mercado”. Como esquema del escenario que existe en estos momentos, el dólar recuperó niveles, mientras que los rendimientos de los bonos a 10 años de Estados Unidos subieron desde mínimos de siete meses. Ahora, los inversores podrían esperar “a ver si los datos económicos entrantes justifican la perspectiva alcista de la Fed y la velocidad planificada de subidas de tipos futuras”, repasa el experto. Así pues, todavía esperan que el oro “rompa los máximos del año de forma eventual, pero no antes de que veamos una corrección mayor en la renta variable”. Los inversores están comprando oro “para diversificar ante un evento de este tipo”. Sobre esa base, un rendimiento positivo del oro “no es el único parámetro para que estos inversores se involucren”. La última corrección en mayo desencadenó “una mayor demanda física a medida que el oro retrocedía a la zona de $ 1.220 /oz”. Desde el punto de vista técnico, el oro podría encontrar soporte “en $ 1,245 /oz” y debería mantenerse por encima “de $ 1,227 /oz para conservar la tendencia alcista de enero y marcar niveles más altos”. El metal dorado, una vez más, vuelve a escena.