Los altos niveles en los que se encuentran los mercados desarrollados ponen el foco sobre los emergentes. Sin embargo, el rally del último año pone el interrogante sobre si aún tienen capacidad de acumular subidas con mucha consistencia. Los expertos siguen opinando que en este momento se pueden pescar rentabilidades por perspectivas en todos los […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2018
Los altos niveles en los que se encuentran los mercados desarrollados ponen el foco sobre los emergentes. Sin embargo, el rally del último año pone el interrogante sobre si aún tienen capacidad de acumular subidas con mucha consistencia. Los expertos siguen opinando que en este momento se pueden pescar rentabilidades por perspectivas en todos los ámbitos y los vientos favorables por la dinamización de sus economías. Con el telón de fondo de una expansión económica mundial cada vez más sincronizada, el entorno cíclico en muchas economías emergentes ha mejorado constantemente en los últimos trimestres. La inflación en su mayoría moderada y la política monetaria muy acomodaticia en el mundo industrializado permitieron que muchos bancos centrales de los mercados emergentes redujeran los tipos de interés, lo que apuntalaba el crecimiento interno. El comercio es más fuerte y los precios de las materias primas están más firmes. Rusia y Brasil han rebotado desde sus recesiones y los importantes estímulos fiscales y de crédito de China de 2016 han llevado a un periodo de mayor crecimiento. Según Aberdeen, el impulso al alza de estas economías se debe a un aumento de la productividad más rápido en los mercados emergentes “a medida que estos países se ponen al día con los niveles de productividad de las economías desarrolladas”. El aumento de las clases medias, el incremento del consumo y la automatización indican que estos mercados tienen margen de crecimiento. La renta variable emergente lleva subiendo más de veinte meses. Desde el nivel mínimo registrado a principios de 2016, las acciones han subido un 70%. ¿Está durando mucho esta fase alcista? “Podríamos estar solo al principio”, según apuntan los expertos de Capital Group. Y es que en términos generales los expertos siguen apostando por estas regiones para invertir. Es el caso de Francisco Rodríguez D’Achille, Responsable de Desarrollo de Negocio Institucional de Amiral Gestion, que explica que los emergentes son atractivos no solo por su potencial de crecimiento en el largo plazo, sino por “ser mercados más ineficientes donde explorar oportunidades de inversión poco seguidas por el típico analista del sell side”. Sin hacer apuestas macro económicas, también es importante saber discernir cuáles “son los países con marcos jurídicos más estables donde se pueden encontrar estas oportunidades”. Desde la perspectiva de la valoración, las acciones de estos países se negocian a 15,8 veces los beneficios, lo que representa “un descuento del 27% para sus contrapartes del mercado desarrollado que cotizan a 22 veces las ganancias a largo plazo”, apunta Aneeka Gupta, analista de ETF Securities. Así, mientras que la brecha de valoración con los mercados desarrollados se reduzca, añade, las acciones de los emergentes continuarán “cotizando a valoraciones atractivas”. Además, los flujos de caja de las empresas también están aumentando, lo que podría llevar a revisiones al alza de las ganancias. Tanto es así que se prevé que los beneficios empresariales suban un 13% en 2018, y el aumento de los beneficios suele favorecer al precio de las acciones. Pero hay que tener muchos factores en cuenta. En opinión de Martin Hochstein, Senior Investment Strategist de Allianz Global Investors si bien estos factores deberían seguir respaldando los activos de los mercados emergentes en el corto plazo, “algunos vientos en contra pueden comenzar a construirse a medida que avanza el año”. Es decir, un posible cambio en la tendencia de inflación que puede causar una respuesta posterior de los bancos centrales”. Para leer el reportaje completo suscríbase a la revista Dirigentes online