Al haber finalizado 2017 como uno de los sectores globales con peores resultados, las acciones de energía han dejado de tener un rendimiento inferior y han comenzado a acelerarse, aumentando un 11% desde finales de septiembre de 2017 y casi un 4% solo en 2018, superando el rendimiento de los índices de renta variable global. […]
Dirigentes Digital
| 09 may 2018
Al haber finalizado 2017 como uno de los sectores globales con peores resultados, las acciones de energía han dejado de tener un rendimiento inferior y han comenzado a acelerarse, aumentando un 11% desde finales de septiembre de 2017 y casi un 4% solo en 2018, superando el rendimiento de los índices de renta variable global. Un último informe de los expertos de UBS realza el potencial del sector energético en los mercados en el panorama actual. En este sentido, un punto clave resultaría la “dramática reversión en el equilibrio oferta-demanda que pesó tanto en el precio subyacente del petróleo crudo desde 2014”. Además, los inventarios de petróleo, que habían estado en máximos de la década en 2015-2016 y ponderado en los precios de mercado comenzó a revertir bruscamente en 2017, “dejando los niveles de inventario absoluto más cerca de los promedios históricos de aproximadamente 22 días de demanda en abril de 2018 según el Departamento de Energía de los Estados Unidos”. Con los mercados de petróleo crudo ahora con poco suministro y los inventarios en gran medida normalizados, desde UBS apuntan que “la dinámica del mercado se parece mucho a los períodos 1996-1997 y 2010-2014 en la economía mundial”. Durante esos años de falta de oferta e inventarios normalizados, el petróleo crudo subió entre 53-99%, dejando el aumento del 60% desde los mínimos del verano en consonancia con esos períodos. Además, con los mercados energéticos ahora con poco suministro y los inventarios ajustados, “los precios del crudo ahora son más susceptibles tanto a conflictos periódicos como a interrupciones intermitentes de la producción que han surgido en las regiones productoras en los últimos años”. Incluso sin una repetición de 1999-2000 o 2003-2004, los escenarios más moderados de 1996-1997 y 2010-2014 sugieren “una atractiva perspectiva de ganancias para las empresas del sector energético”. Desde la gestora señalan que cabe recordar que durante estos períodos, “las compañías de energía vieron un aumento de 400-600 bps en las ganancias corporativas en los siguientes dos o tres años”. Dado que los ROE corporativos ya se han recuperado en 200 puntos base a medida que el mercado de crudo se desabasteció en 2017, cualquier repetición de lo que sucedió entre 1996-1997 y 2010-2014 sugiere que “podrían adelantarse entre 200 y 300 puntos básicos en mejoras de ROE (9-10%)”. En el pasado, sin embargo, la trayectoria a largo plazo del petróleo crudo ha sido una excelente guía para las perspectivas de ganancias para el sector energético global en los seis meses posteriores. La fortaleza del crudo a fines de 2017 sugiere, por lo tanto, que una rentabilidad de rendimiento del capital de 9-10% para el próximo año “puede ser demasiado conservador para este sector que mira hacia el futuro”.