La guerra de precios desatada por Arabia Saudí el año pasado para bloquear la expansión del fracking de Estados Unidos tiene convulsionado al mercado de materias primas para bloquear la expansión. A estas alturas ya no es nada soterrada y hasta la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya habla de batalla entre la OPEP […]
Dirigentes Digital
| 14 may 2015
La guerra de precios desatada por Arabia Saudí el año pasado para bloquear la expansión del fracking de Estados Unidos tiene convulsionado al mercado de materias primas para bloquear la expansión. A estas alturas ya no es nada soterrada y hasta la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya habla de batalla entre la OPEP y Estados Unidos.
La organización advierte que el rally de las últimas semanas está lejos de tocar a su fin por el recorte de producción del sector estadounidense y las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y el Norte de África. Los precios bajos del petróleo han provocado una desaceleración en la producción de Estados Unidos que en los últimos tres años se había triplicado gracias al desarrollo de la técnica de la fractura hidráulica para la extracción de petróleo esquisito.
Otra de las razones de que el barril de crudo haya subido más de lo prevista está en la mejora de la economía mundial que anticipa una mejora de la demanda y un movimiento de especulación en el mercado provocado por el exceso de liquidez del sistema financiero, según un reciente informe del departamento de materias primas de Barclays.
Sin embargo, con el rally reciente los pozos de las principales zonas de crudo no convencional en Dakota del Norte han comenzado de nuevo a bombear, según el último informe del Departamento de energía de Estados Unidos.
Ventajas del fracking
Con los precios rozando los 70 dólares el barril de Brent y con el Texas a 60 dólares la actividad de fracking vuelve a ser rentable para las compañías petroleras. Una de las ventajas que tiene la nueva industria es la flexibilidad que tiene para adaptarse al entorno económico. Los expertos destacan la rapidez con la que montan la infraestructura para extraer del subsuelo o parar la producción.
A corto plazo la cotización tiene sesgo alcista, señala Norbert Ruecker, experto en commodities de Julius Baer,porque en el mercado se debe empezar a notar en las reservas del país el recorte de producción. Sin embargo, ha cambiado su sentimiento de optimista a neutral y prevé que los precios se muevan en una horquilla entre 50 y 60 dólares el barril de Texas. Curiosamente, el nivel donde comienza a ser rentable la extracción por fracking.
Kevin Norrish de Barclays explica que los precios han ido "demasiado lejos", los actuales niveles no justifican hasta la segunda mitad del año cuando se hayan despejado las dudas sobre la economía mundial y la demanda. "Los riesgos son cada vez mayores sobre el mercado de materias primas y los precios se han movido demasiado rápido, con lo que un ajuste se puede producir tarde o temprano", indica. Para el analista es difícil pensar que los precios sigan subiendo teniendo en cuenta la fragilidad de la economía china, que podría provocar una caída de la demanda en el segundo trimestre; y con Estados Unidos amenazando con volver a impulsar la producción.
La guerra del petróleo
La Agencia Internacional de la Energía constata que pese al recorte de producción de Estados Unidos, el incremento del suministro global aumentó en 3,2 millones de barriles diarios en abril con respecto al año anterior, con lo que actualmente la oferta sigue siendo superior al consumo mundial, lo que presiona a la baja los precios.
La clave para prever la evolución del petróleo está en la próxima reunión de la OPEP del 5 de junio, donde decidirá si mantiene su producción o la corta. Hasta ahora se han cumplido los pronósticos de Arabia Saudí en pleno colapso de los precios al indicar que el propio mercado se estabilizaría. El país está intentando sacar del mercado a los productores más caros, empezando por Estados Unidos, y ha advertido más de una vez que los países tienen que ser responsables y reducir su capacidad mientras descienda la demanda. Arabia Saudí es el principal productor de crudo del mundo con un 10% del total pero además el que cuenta con unas reservas de mayor calidad y de menor coste en su extracción. Los altos niveles de precios solo favorecen a la competencia, incluido Estados Unidos. cártel controla casi el 35% de producción mundial y además son los países a los que menos le cuesta extracción de petróleo. A pesar de que muchos de sus socios están pasando problemas por el desplome, como Venezuela, el país podría soportar fácilmente un petróleo a 40 dólares, sacando del mercado a Estados Unidos, Rusia o Brasil. Como subraya la AIE "la batalla solo acaba de comenzar".