España se propone probar el primer tren con motor a gas en 2015. En concreto, se realizarán pruebas con un motor propulsado a gas natural licuado (GNL), un combustible cada vez más utilizado en el transporte gracias a sus ventajas tanto medioambientales como económicas. Esta acción se llevará a cabo por un consorcio liderado por […]
Dirigentes Digital
| 18 dic 2014
España se propone probar el primer tren con motor a gas en 2015. En concreto, se realizarán pruebas con un motor propulsado a gas natural licuado (GNL), un combustible cada vez más utilizado en el transporte gracias a sus ventajas tanto medioambientales como económicas. Esta acción se llevará a cabo por un consorcio liderado por el Institut Cerdà.
En declaraciones que recoge la revista Gas Actual, Marta Sánchez Borràs, gerente de Territorio, Infraestructuras y Movilidad del Institut Cerdà, señala que el proyecto está "en fase de estudio y con toda probabilidad se iniciará en 2015, cuando se definan las especificaciones del motor y los depósitos".
El lugar está aún por decidir, "si bien es muy probable que se lleve a cabo en un tramo, de aproximadamente 10 kilómetros de longitud de la Red Ferroviaria de Interés General de ancho métrico, de uso exclusivo para trenes de mercancías y con tráficos débiles", afirma.
Ventajas del GNL como combustible
El uso de GNL en las líneas sin electrificar de la red ferroviaria española supondría un ahorro considerable del gasto en combustible. Además, la utilización de GNL en el transporte permitiría reducir las emisiones contaminantes, ya que los motores a gas emiten un 25% menos de CO2 y un 95% menos de partículas sólidas que los diesel.
El GNL reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en un 24%, en relación con los vehículos propulsados por gasóleo o gasolina. España, referente para el sector gasista Según Marta Sánchez, "es un plan extraordinariamente innovador y pionero a nivel mundial que, de tener éxito, convertiría a España en un referente primero a nivel europeo y luego internacional".
Además de las ventajas medioambientales, la implantación de GNL como combustible (ya sea para trenes, barcos o vehículos) "permitirá impulsar el uso de las infraestructuras gasistas y muy especialmente consolidar a nivel internacional la posición de liderazgo que nuestro país tiene en materia de gas natural licuado", según señala en la revista Gas Actual Claudio Rodríguez, director general de Infraestructuras de Enagás.
La generalización del GNL como combustible supondría para España la oportunidad de jugar un papel esencial en el comercio mundial de GNL. España es uno de los países con un suministro de gas más seguro y diversificado de Europa porque recibe gas de 11 orígenes diferentes (56% gas natural y 44% GNL) y tiene 6 plantas de regasificación en operación, lo que supone el 36,5% de la capacidad de almacenamiento en plantas de regasificación de Europa.