Pocas personas hay en España que sepan tanto de la industria automovilística como Javier Oraa y Mario Armero. Al primero, hay que agradecerle la implantación de Figueruelas, y al vicepresidente de Anfac, unos 8.000 millones de euros en inversiones en las plantas automovilísticas. Se conocen bien y hay complicidad entre ellos, que se acentúa cuando […]
Dirigentes Digital
| 19 abr 2017
Pocas personas hay en España que sepan tanto de la industria automovilística como Javier Oraa y Mario Armero. Al primero, hay que agradecerle la implantación de Figueruelas, y al vicepresidente de Anfac, unos 8.000 millones de euros en inversiones en las plantas automovilísticas. Se conocen bien y hay complicidad entre ellos, que se acentúa cuando al unísono se quejan de las deficiencias del transporte de mercancías por tren. Y nos han demostrado una gran generosidad al aceptar esta “Charla entre amigos” con la revista Dirigentes como espectador. Javier Oraa: Recuerdo que durante mi época las relaciones entre los fabricantes en España eran buenas, ¿sigue siendo así? Mario Armero: Son muy buenas. Es cierto que todos compiten por mercado, pero los que de verdad compiten son los comerciales, no las fábricas entre sí. Por otro lado, ya lo sabes, la verdadera competencia está dentro de cada marca. La planta de Opel de Figueruelas compite con las plantas alemanas, y no, por ejemplo, con la de Ford en Valencia. Siempre ha sido así. Cuando yo estaba en General Motors, Figueruelas tenía el 10 por 100 del personal en Europa de GM, producía el 25 por 100 de los coches, aportaba el 80 por 100 de los beneficios ¡y era la única con la calificación más alta posible de auditoría interna! Es así, la competencia es feroz dentro de la misma empresa. Porque para poder traer un modelo a una fábrica, tienes que justificar que lo haces a mejor precio y con la misma calidad. Se puede argumentar que nuestros costes laborales son más bajos que en Alemania, pero son iguales que en Reino Unido. Yo creo que la ventaja es que Reino Unido no tiene la misma calidad que España. Depende. Desde luego hay marcas que sí fabrican con una calidad reconocida. También es verdad que hay seis modelos fabricados en España que están en el top 10 de ventas. Además, hemos mejorado mucho en calidad. Algunas marcas ponen en sus anuncios ‘fabricado en España’ como sinónimo de calidad. O el caso del taxi de Nueva York, donde sólo hay tres modelos homologados, uno de ellos se fabrica en España. Es fundamental que España mantenga y refuerce la industrialización. Javier, ¿cómo era justificar todos los años que GM siguiera en España? ¿Difícil? No, porque lo hacíamos mejor y más barato, eso, sí, por lo que había que luchar duro era por conseguir los modelos. Hubo una temporada en la que se hacían cuatro modelos. Lo que más nos limitaba era la anchura de las líneas. ¿Por qué se eligió Figueruelas? Porque era equidistante de los mercados más importantes de España y de los puertos de Barcelona, Valencia y Pasajes. Y recuerdo unas cuantas discusiones con Ignacio Bayón porque Renfe no funcionaba del todo bien. Ya sabes, el transporte de mercancías. Mario Armero: Pero ya sabes que aquí se ha apostado siempre por el transporte de personas y en eso somos los mejores del mundo, en kilómetros absolutos, relativos… y se ha abandonado el transporte de mercancías. A mí, un ex ministro de Fomento me dijo que todos los presidentes autonómicos le pedían de todo, salvo mejorar el transporte de mercancias. Mucho AVE y poca mercancía. En España, sólo se transporta el 10 por 100 por tren mientras en Alemania es el 40 por 100. Y si piensas en descongestionar carreteras, en eficiencia energética, emisiones y precio, lo competitivo es el tren. Puede leer la charla completa en nuestra revista Dirigentes del mes de abril