La batalla en el seno del PSOE desatada con la salida forzada de su secretario general el pasado uno de octubre hundió las expectativas electorales del partido que más ha gobernado el país durante la democracia. Según un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado el lunes y realizado entre el uno y el […]
Dirigentes Digital
| 07 nov 2016
La batalla en el seno del PSOE desatada con la salida forzada de su secretario general el pasado uno de octubre hundió las expectativas electorales del partido que más ha gobernado el país durante la democracia. Según un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado el lunes y realizado entre el uno y el 10 de octubre, el PSOE habría perdido cinco puntos en intención de voto con respecto al barómetro realizado por la misma institución en julio. De haberse celebrado las terceras elecciones en un año la victoria habría sido de nuevo para el PP con un 34,5% de los votos, dos puntos más que lo que avanzaba el sondeo de julio y prácticamente el doble que los socialistas. Pero, tras la guerra que desató la marcha de Pedro Sánchez y las luchas entre sus fieles y los partidarios de evitar unas nuevas elecciones y permitir, como finalmente ha sucedido, un gobierno en minoría del PP, el PSOE perdería el segundo puesto como principal partido de la oposición. El sondeo desvelado el miércoles otorgaba a los socialistas un 17% de los votos frente al 23,1% que proyectaba en julio mientras que Unidos Podemos lograría el tan cacareado “sorpasso” con un 21,8% de los votos, 2,2 puntos más que en julio. Según la encuesta, el PSOE sería el único de los grandes partidos en perder apoyos en un contexto de creciente abstención, ya que también Ciudadanos mejoraría en ocho décimas hasta el 12,8% de los votos su expectativa de electoral. La falta de entendimiento entre las fuerzas políticas que han llevado a diez meses de gobierno en funciones han tenido un efecto sobre el ánimo de los votantes, que consideran la situación política como uno de los principales problemas del país. Aunque con una tasa de paro de casi el 19%, el desempleo sigue siendo el principal quebradero de cabeza de los españoles, la corrupción y el fraude y los políticos y la política ocupan el segundo y tercer puesto entre las inquietudes ciudadanas, según el sondeo. Además, todos los líderes de las fuerzas con representación en el Parlamento suspenden el test de valoración ciudadana, con notas inferiores a cinco sobre diez. El ya reelegido presidente, Mariano Rajoy, termina con una valoración de 2,97 mientras que el socialista dimitido Pedro Sánchez obtiene un 3,35. Pablo Sánchez, la cabeza visible de Unidos Podemos, obtiene un 3,22 mientras que Albert Rivera, cabeza de Ciudadanos, alcanza un 3,69, la nota más alta entre los cuatro partidos con más representación.