Al final, para su estratega en España, José Luis Martínez Campuzano, son dos los temas que compiten por la primera posición para quitar el sueño a los inversores: la situación de China y las economías emergentes y el riesgo de que se produzca una recaída en la recesión a escala mundial. "Dos factores interconectados", destaca, […]
Dirigentes Digital
| 08 feb 2016
Al final, para su estratega en España, José Luis Martínez Campuzano, son dos los temas que compiten por la primera posición para quitar el sueño a los inversores: la situación de China y las economías emergentes y el riesgo de que se produzca una recaída en la recesión a escala mundial.
"Dos factores interconectados", destaca, "de forma que, poco a poco, hemos ido aceptando que si el gigante asiático no puede evitar la recesión, la economía norteamericana no podrá contrarrestarla o que, si finalmente ésta inicia un desaceleración profunda, arrastrará a los países con mayores debilidades, como son los emergentes".
En lo que respecta a las tensiones geopolíticas, el referendum de pertenencia a la Unión Europea (UE) de Reino Unido y las elecciones presidenciales de Estados Unidos, señala este experto, "poco a poco están acaparando puestos en la clasificación".
¿Y el resto? Los precios de las commodities, las divergencias entre los bancos centrales, la inflación/deflación, el comercio mundial… "poco a poco reducen su importancia", indica Campuzano. Pues, quizá, el mercado comienza a asumir que las valoraciones de las materias primas han caído mucho, "sin que esto conlleve esperar un rebote rápido".
Tal vez porque los distintos caminos que se abren ante las autoridades monetarias, "se suavizan con la inestabilidad financiera. Probablemente, por considerar también que tienen margen aún para luchar contra el riesgo de inflación. ¿Y el comercio mundial? Se solapa con el resto, entre emergentes y restricción financiera".
Ahora bien, llama la atención que fuera de todas estas preocupaciones se quede Grecia, sobre todo si tenemos en cuenta las dificultades del Gobierno de Alexis Tsipras para cumplir con las exigencias del tercer programa de rescate.
De hecho, para Capital Economics es poco probable que Atenas pase la primera revisión. Un examen clave pues podría suponer que la banca deje de depender de la liquidez de emergencia del Banco Central Europeo (BCE) y que los acreedores se plateen la posibilidad de algún tipo de quita. En positivo, cierta estabilización del PIB y las medidas ya tomadas, pero, no podemos olvidar que restan las más exigentes, incluida la revisión completa del sistema de pensiones; ni descartar un nuevo deterioro en la economía helena. "No hay nada seguro, e incluso un resultado exitoso de la revisión no marcará necesariamente el principio del fin de la larga crisis griega que dura ya seis años", concluyen.
Finalmente, desde Citi añaden: "Por no hablar del nuevo frente de tensión, aún marginal, de los incumplimientos del PEC por parte de varios países europeos. ¿Qué pasa entonces con la integración fiscal? Es una buena pregunta, aunque ahora queda totalmente matizada por el BCE. Y las posibilidades que se abren para la reunión de política monetaria en marzo".